Los estadounidenses, a pesar de todos los reparos que pueden hacerse de ellos, está claro que marcan tendencia. En esta ocasión, los canallas de VACUNO DE ÉLITE no podemos hacer otra cosa que felicitarnos de la iniciativa que han tomado, porque es indiscutible que esas bebidas vegetales tan de moda, como las derivadas de la soja o de las almendras, pueden ser eso, bebidas. Pero nunca, nunca, serán leche. Porque no lo son.

El senador Tammy Baldwin de Wisconsin y el representante de Vermont, Peter Welch, ambos del Partido Demócrata, están impulsado Dairy Pride Act, una propuesta de ley para prohibir que se denomine leche a productos alternativos elaborados con alimentos como la almendra, soja, avena, avellana, cáñamo o anacardo, como recoge La Vanguardia. El conjunto de los granjeros que se dedican a la industria láctea, agrupados contra estos productos no lácteos, sufren con esta competencia que consideran desleal ya que engañan al consumidor, pues el producto no lleva leche y se comercializa bajo ese nombre. Poco más que añadir.

En España, ese camino ya lo llevamos adelantado, como se puede observar en la definición que da la legislación de leche: “La secreción mamaria normal de animales lecheros obtenida mediante uno o más ordeños sin ningún tipo de adición o extracción, destinada al consumo en forma de leche líquida o a elaboración ulterior”. Que no nos engañen.