Un estudio busca identificar los virus que los animales transmitirán a los humanos
La mayoría de las enfermedades infecciosas emergentes que afectan a los humanos son zoonosis, con virus que se originan en mamíferos salvajes y se transmiten de forma natural a las personas. Murciélagos, primates y roedores, entre otros, son algunos de los animales que contagian el ébola, el VIH o el síndrome respiratorio agudo y grave (SARS) a las personas.
Hasta ahora, pocos métodos permitían identificar qué especies huéspedes albergarán con más probabilidad los futuros virus humanos o qué virus serán capaces de atravesar las fronteras entre especies.
Un nuevo estudio, publicado en la revista Nature revela que el número total de virus que infectan una especie determinada y la probabilidad de que se convierta en zoonosis es predecible. “El número de virus zoonóticos por especie se puede prever por la filogenia relacionada con los seres humanos, la taxonomía del huésped y la población humana dentro de un rango de especies, lo que puede reflejar el contacto humano y la vida silvestre”, señalan los autores liderados por EcoHealth Alliance, una organización sin ánimo lucro con sede en Nueva York.
Pero ¿qué hace que algunas especies sean mejores huéspedes que otras? “Depende de número total de virus de una especie concreta o de la diversidad de los virus, que es influenciada por el rango geográfico de la especie, por el solapamiento con otros mamíferos, el tamaño del cuerpo y la orden a la que pertenece”, señala a a la agencia de noticias Sinc Kevin Olival, autor principal del trabajo. Según el estudio, otros factores que influyen en la transmisión de los virus de mamíferos a humanos son la cercanía entre unas y otras, y la cantidad de coincidencias con las poblaciones humanas y las áreas urbanas. “Los murciélagos son también significativos en cuanto al número de zoonosis que transportan, independiente de estos otros rasgos”, recalca el investigador. Les siguen primates y roedores.
El trabajo también ha permitido proporcionar mapas de las localizaciones geográficas en las que los diferentes tipos de mamíferos son más propensos de albergar nuevas amenazas para la salud humana. Los científicos han identificado los taxones y las regiones geográficas con el mayor número estimado de virus que aún quedan por aparecer y que serán de gran importancia para futuras vigilancias.