#sábadocanalla: Ángel Llácer, ¡tú sí que vales!
Se llama ‘Trabajo temporal’. Es un programa de televisión que, sin duda, no pasará a la historia. Enclavado prácticamente en la medianoche de la primera cadena, famosos y famosillos de diferente pelaje se enfrentan a trabajos que pretenden ser todo lo contrario a los que desempeñan de forma habitual. Obviamente, se busca el contraste y el chascarrillo fácil.
En el primer programa, junto a Santiago Segura oficiando de albañil, el protagonista fue Ángel Llácer, el profesor sobre-excitado de ‘Operación Triunfo’ y juez altisonante de ‘¡Tú sí que vales!’ y ‘Esa cara me suena’. El catalán estuvo trabajando durante un día en una explotación de vacuno de leche, desempeñando funciones de ordeño, alimentación, reproducción…
El lector que ya conozca esta sección de sábados anteriores se estará haciendo ahora mismo una pregunta fundamental. ¿Por qué la sección canalla entra en este tema, tan poco proclive a la polémica? No es que nos asuste que se vea a la explotación de vacuno de leche como un trabajo complicado, porque lo es por las horas que dedican diariamente y sin descanso los productores, sino porque ha tenido que venir el vocinglero de ‘Operación Triunfo’ para sacar los colores a todo el sector vacuno de leche.
En un momento dado, Llácer le pregunta al propietario de la explotación por lo que come cada vaca. Y después, le inquiere que según los litros que da ese animal y los gastos que supone, sabrá lo que le queda de beneficio económico. “Habrás hecho las cuentas, ¿no?”, le espeta en su habitual tono alto de voz. Toma ya. En un abrir y cerrar de ojos, el profesor de ‘triunfitos’ ha puesto en un brete a todo un sector, aplicando solamente las reglas de cualquier actividad económica. En realidad, ¿la mayoría de los ganaderos han hecho las cuentas de los beneficios o pérdidas que supone un animal de su explotación dependiendo de su producción y sus costes? ¿Realmente saben dónde está el umbral de la rentabilidad? ¿Alguien ha hecho un trabajo mínimamente serio en gestión técnico-económica? Con la excepción de un puñado de ganaderos excepcionalmente profesionales, la respuesta es evidente. Evidente, a la vez que triste.
Eso sí, o el invitado al programa televisivo conocía el sector más de los que se presupone o los guionistas habían realizado una excelente preparación del reportaje. Después de las cuentas, preguntó por el relevo generacional de la explotación, el otro gran tema estructural del vacuno lechero. Las miradas de los interlocutores lo decían todo. Ángel, ¡tú sí que vales!