Unión de Uniones valora de forma positiva el compromiso que ha adquirido el Gobierno con las explotaciones dedicadas a la producción de leche con la concesión de una subvención directa para compensar parte de las pérdidas que están sufrido las explotaciones de leche. Sin embargo, cree que son solo parches y que no queda resuelto el problema de base de un sector que agoniza

La organización señala que, para mejorar de verdad la situación de este sector, es  imprescindible que el Ministerio de Agricultura haga cumplir la Ley de la Cadena Alimentaria a todos los eslabones de la misma.

«Mientras otros vendían la aprobación de la ley como un logro histórico, nosotros ya dijimos que no contaba con mecanismos para asegurar su cumplimiento», recuerdan.  Consideran que «si la Ley funcionara no serían necesarias las ayudas al sector lácteo». En este sentido, explican que las subvenciones son coyunturales y que seguir vendiendo por debajo de costes no es ninguna solución para los ganaderos.

Desde Unión de Uniones destacan que el sector de vacuno de leche lleva años vendiendo a pérdidas. El último año la situación se ha hecho ya insostenible debido a un incremento de los costes de producción que llega al 30%, principalmente por el encarecimiento del pienso, gasoil y la electricidad.

Una subida de precios que afecta a las ganaderías, que se están viendo obligadas a vender los animales para poder pagar y cerrar. La organización incide en que en el último año han cerrado 757 explotaciones en España, una media de casi 3 explotaciones al día. En los últimos 7 años han cerrado 5.768.

Unión de Uniones señala que las ayudas que solo cubren el 13% de las pérdidas que sufren los ganaderos, ya que el precio de la leche no cubre su coste de producción y se ven obligados a vender a pérdidas. Por esto creen que la respuesta del Gobierno se queda corta, casi como “un parche” para el sector. Desde la organización se exige al Ministerio que haga cumplir la normativa y se condene el incumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria.

«Se debe lograr la sostenibilidad económica de los ganaderos de leche, y para ello se debe conseguir que el precio pagado se ajuste a los costes de producción que se da en cada momento y frenar los abusos de la industria y la distribución», explican, convencidos. «Sólo así se obtiene la rentabilidad necesaria que garantice el mantenimiento de los ganaderos y sus familias y sobre todo, se pueda abastecer de productos lácteos a la sociedad»