El manejo del calostro y la escasez de datos son los puntos más críticos en las granjas de recría de novillas
Nanta acaba de hacer públicos los resultados de una amplia encuesta llevada a cabo en más de 200 explotaciones de recría de novillas en España y Portugal. La encuesta arroja como principal conclusión la necesidad de mejorar el manejo del calostro y el control de mediciones de los animales en este tipo de granjas.
La consulta se ha centrado en explotaciones de entre 25 y 1.100 vacas (la mayoría de entre 50 y 150 animales), atendiendo a puntos fundamentales como el entorno al nacimiento de los terneros –ambiente y calostro–; el periodo de lactancia –leche y lactoremplazante, piensos de arranque, entorno y bienestar, y profilaxis–; y los controles de diferentes puntos clave de la granja y las mediciones en peso y altura de los animales.
Los resultados consolidados apuntan a que este último es precisamente el punto más débil. Solamente el 22% de las granjas incluidas en el estudio realiza mediciones del tamaño y peso de las terneras al nacimiento y destete, y establecen objetivos en este sentido. Esto es así a pesar de ser clave para la rentabilidad de la explotación, al permitir la selección de los mejores animales, aquellos con más madurez metabólica, más durabilidad en el rebaño y los más productivos.
Tampoco el manejo del calostro sale bien parado, existiendo bastantes lagunas en la forma de administrarlo y dosificarlo, a pesar de jugar este un papel fundamental en la salud de la ternera y en el rendimiento de la futura vaca productora.
Por otra parte, la existencia de programas vacunales implementados y revisados por un veterinario es también una asignatura pendiente (el 72% de las granjas consultadas no cuentan con ellos).
En cuanto a los puntos fuertes, destacar que el 52% de estas cuentan con locales específicos para el parto, aunque tan solo el 48% realiza la necesaria limpieza tras cada parto y el 41% desinfecta el ombligo de los neonatos para evitar infecciones en este momento tan delicado de la vida del animal. También la disponibilidad del agua resulta un punto fuerte, ya que el 64% de los ganaderos encuestados tiene claro que debe estar disponible de forma continua (64%) o al menos habitual (32%). Finalmente destacar también como fortaleza la disponibilidad de forraje desde los primeros quince días de vida del animal (aunque tan solo en el 23% de las explotaciones se trata de forraje picado).
Con encuestas como esta, Nanta pretende aportar conocimiento sobre la situación real de las granjas en la Península Ibérica, obteniendo un punto de partida sobre el que establecer programas de mejora en pro de la eficiencia, sostenibilidad y rentabilidad del sector ganadero.