El proceso de reestructuración de ganaderías del sector de vacuno de leche sigue abierto. Tras el final de las cuotas lácteas, la producción aumentó en España en 2015 en torno a un 4%, y aún más en el resto de Europa. Pero el consumo no aumenta y el mercado ruso sigue cerrado, anulando una tradicional e importante vía de salida para las exportaciones.

El exceso de oferta está teniendo un reflejo evidente en los precios en origen, los que se pagan a los ganaderos.

En España se ha pasado de 18.000 explotaciones a 16.400 en dos años. De hecho, la industria y el Ministerio de Agricultura reconocen que seguirán cerrando granjas, desde las 16.000 actuales. Fernando Miranda, director general de Producciones y Mercados Agrarios, así lo pronostica en declaraciones a la Cadena Ser: “Yo creo que en el transcurso de cinco o seis años podemos situarnos en el entorno de las 10.000 explotaciones. 10.000 o 12.000, que sería lo razonable. Si este período de volatilidad dura poco a lo mejor el progreso hacia esa cifra es más lento. Si dura mucho probablemente alcanzaremos esa cifra más rápidamente”. Se basa en el ejemplo de Reino Unido, que tiene 10.000 explotaciones con el doble de producción que España. “La rentabilidad exige un tamaño mínimo, y ese tamaño mínimo es el que van buscando los ganaderos”, concluye.