La OPL denuncia que las fusiones de cooperativas en Galicia no han tenido en cuenta a los socios
Desde la Organización de Productores de Leche (OPL) denuncian que casi ninguna de las fusiones de las cooperativas agrarias llevadas a cabo en Galicia, recientemente, se plantearon para abordar nuevos proyectos, “más bien recurrieron a tópicos de los objetivos cooperativos, como abaratar costes, disminuir estructuras, etc. Mientras, nuestros socios gallegos, en muchos casos, han descubierto las verdaderas motivaciones: crecimiento personal de los gestores, acceso a ayudas prometidas, juntar deudas para que los organismos oficiales ayuden a pagarlas, entre otras”.
De este modo, desde la OPL aseguran que “han robado a los socios la oportunidad de debatir e conocer a fondo los motivos de las fusiones para asumir con entusiasmo los nuevos retos e proyectos, pue ellos -los ganaderos- son el capital de dichas entidades. Pero en esta realidad es como si solo fueran accionistas minoritarios de otro tipo de sociedades”.
Los socios de OPL que han sufrido estas transformaciones señalan que las direcciones de las cooperativas recaen, en muchas ocasiones, en personas que no tienen actividad cooperativa, lo cual implica objetivos distintos a los de los asociados. “La democracia en muchas cooperativas deja mucho que desear, vemos que las costumbres pre-democráticas continúan perviven en nuestras sociedades”, lamentan.
“El distanciamiento entre dirigentes cooperativos y ganaderos, base imprescindible de las cooperativas, en todo este proceso, es notorio, incluso desmotivando la participación de los socios. No tuvieron en cuenta que la modernización de las explotaciones la han hecho los propios productores, consiguiendo que Galicia tenga explotaciones a nivel de los países más avanzados de Europa y, muchas veces, a pesar de que las cooperativas fueron un lastre para su desarrollo”, advierten.
Añaden que es evidente la falta de coordinación entre los objetivos de las explotaciones y el de las cooperativas, ya que éstas no consiguieron gestiones eficientes y se mueven fundamentalmente por su supervivencia como entidades. “Nuestros socios, acostumbrados a luchar por su supervivencia se marcan objetivos de eficiencia, modernización y se orientan para garantir su futuro, mientras que las instituciones hacen de espectador ante la situación del rural y de las cooperativas. Carecen de cualquier objetivo y estrategia, que dé respuesta al potencial productivo de nuestros socios gallegos en el rural y a sus necesidades para garantizar unas condiciones de vida digna, que corten la despoblación en las aldeas”, critican.
Además, reclaman a las administraciones que solo intervengan en las cooperativas cuando ven peligro de estallido social, dando dinero, que luego es manejado por los mismos que provocaron dicha mala gestión y permitiendo que sigan por el mismo camino más tiempo. Ejemplifican recordando cuando la grave crisis de Feiraco, su fundador Jesús García Calvo se loaba de “hacer de un problema particular, un problema público”.
Por último, insisten en que “sin la participación efectiva de los asociados, entendiendo y asumiendo los objetivos que se pretenden, la cooperativa resultante nacerá sin un pilar fundamental, con que el concepto real de cooperativa perderá su naturaleza. Los cooperativistas son los que realmente tienen intereses en sus sociedades, si no actúan van a quedarse sin una herramienta, que bien empleada les puede ayudar a garantizar su futuro, y también sin un patrimonio muy importante”.