Los científicos ponen el foco en la fauna silvestre para erradicar la brucelosis bovina

En sanidad animal, la tuberculosis iba unida hasta hace unas décadas al apellido ‘bovina’, al ser la especie más afectada, pero los estudios confirmaron que también la padecían otros animales -incluso silvestres como el jabalí-, por lo que un nuevo reto para combatirla es cómo evitar el contagio. Según los expertos consultados por Efeagro, el quebradero de cabeza es cómo llevar a buen puerto un plan estratégico que minimice las interacciones entre ganado doméstico al aire libre y fauna silvestre, especialmente en Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura.

En la comunidad extremeña, su gobierno autonómico activó el 10 de octubre la emergencia cinegética para ampliar determinados cupos de caza de jabalíes y ciervos por el incremento de sus poblaciones y tras detectarse un considerable aumento de prevalencia de la tuberculosis, tanto en la fauna silvestre como doméstica.

El investigador del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos, Christian Gortázar, reconoce que la situación epidemiológica de la tuberculosis en el ganado ha mejorado “mucho” desde que en la década de los 80 y 90 se iniciaron las campañas de control, hasta el punto de que más del 90 % de las explotaciones españolas no suele tener ya problema alguno.

Estamos en una fase avanzada en la que “es difícil alcanzar nuevos logros“, admite Gortázar, quien tiene claro que ahora hay que centrarse en medidas de bioseguridad para que los contactos entre animales silvestres y domésticos no sean frecuentes.

Algunos ejemplos son la instalación de barreras o vallas efectivas que dificulten el acceso de la fauna silvestre a los comederos y bebederos del ganado o a los silos que almacenan el pienso: la vía oral es una de las principales rutas de transmisión.

Pero hay otras acciones, según Gortázar, como el control poblacional mediante la caza -medida adoptada por Extremadura- o evitar dejar residuos de animales de caza en el campo y destruirlos adecuadamente.

Por eso, en su opinión, no es un asunto sólo de veterinarios y ganaderos, como podría pensarse, sino también de los agentes medioambientales o cazadores.

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