Cuando en primavera comenzó el inicio de la campaña 2020-2021 en el sector lácteo, el Sindicato Labrego Galego ya había advertido que las industrias volvían a utilizar sus prácticas extorsivas para obligar a las explotaciones a firmar contratos con precios bajos, según publica Noticias Vigo.

La noticia es que, en esta ocasión, las recientes reformas en la Ley de la Cadena Alimentaria exigieron la inclusión de una cláusula en los contratos referente al precio acordado por ambas partes para cubrir los costes de producción. “En ese momento, desde la SLG denunciamos que las industrias estaban obligando a las fincas a falsificar esa cláusula para soportar precios artificialmente bajos, siempre por debajo de los costes de producción”, señala la organización.

Cuando estamos a punto de entrar en otoño, el precio de la leche sigue bajando libremente (de 32,7 céntimos en diciembre a 31,9 en junio como media en Galicia, según la FEGA), pese a subir el consumo de productos lácteos de bajo valor añadido, como la leche UHT, que es donde se destina la mayor parte de la leche recogida en Galicia. “Para poder bajar el precio de la leche sin razones objetivas de mercado, las industrias están dando cada vez más peso a las fórmulas variables para formar el precio final que pagan”, apunta.