Hay circunstancias que no dejan de sorprender cuando se realiza este análisis ya sosegado y calmado de la jornada del sábado, lejos de las prisas y de la inmediatez que exige el paso de la semana. Eso sí, siempre desde nuestra innegociable visión canalla que nos da el relajo del día más feliz de la semana. Y es que el domingo ya no es lo mismo…

Volviendo al tema que nos ocupa y nos preocupa, que decía el eterno José María García, un clásico del sector vacuno de nuestro país es su escasa vertebración. En cristiano, que los ganaderos no se unen en busca de intereses comunes. Ese factor tan arcaico de la desconfianza aún sigue presente en muchas explotaciones del sector vacuno español. Si se refiere a las explotaciones de carne, ese carácter individualista se hace aún más patente.

Llama la atención que en la misma semana en la que el BOE aprueba la Extensión de Norma para el vacuno de carne, con el objetivo de conseguir fondos económicos para financiar unas campañas de promoción que, todo sea dicho, son bastante necesarias en este sector nuestro de cada día, la asociación 19 de Abril, con un loable historial de defensa de los productores durante años, critica que se haya aprobado tan pronto y la cuantía, a su juicio excesiva, que deben realizar los actores del sector.

¿Quién tiene la razón? ¿La interprofesional Provacuno o la asociación 19 de Abril? Mejor no debatirlo en estas líneas. Más que nada, porque somos canallas, pero no inconscientes. Tantas aristas tiene esta parte de la actualidad, que resultaría demasiado obsceno y atrevido repartir alabanzas y críticas entre unos y otros.

Todo ello por no referirse a las batallas continuas que surgen en el sector lácteo. Lo último son organizaciones agrarias que denuncian a industrias por quedarse con el dinero prometido por la distribución a los productores. No se salva nadie. Así todo el mundo está metido en el ajo.