Ya lo decían nuestras abuelas y bisabuelas, que de las cosas relevantes de la vida sabían un rato. Lo importante son las cosas del comer, algo que toda la sociedad ha comprobado con la situación que seguimos viviendo en la actualidad de estado de alarma por el ya inolvidable e histórico coronavirus. También lo ha comprobado esa parte de la sociedad, instalada en una falsa sensación de comodidad y que no se da cuenta de las cosas que son realmente de primera necesidad. Las que son esenciales para seguir subsistiendo.

Hemos visto a agricultores y ganaderos que olvidaban sus reivindicaciones sectoriales para seguir produciendo alimentos seguros, sanos y de calidad para una población que se veía recluida en sus casas. Hemos visto a un sector primario que ha sabido dar un paso adelante, de valentía, y que ha demostrado que siempre está ahí.

Incluso, hasta hemos visto cómo desde la administración se le ha reconocido este valor esencial. De hecho, el Ministerio de Agricultura señaló que también se han recibido numerosas consultas sobre cómo acreditar que un trabajador, un profesional o el mismo agricultor, ganadero o pescador, se desplazan hacia su lugar de trabajo. “Los desplazamientos están permitidos siempre que el agricultor, ganadero, pescador, profesional o trabajador se dirijan a realizar su trabajo”, aclaraba el Gobierno. Es poco, pero es un reconocimiento de la labor de los profesionales del campo. Gracias a todos ellos.