Una media de 82 animales son sacrificados al día por tuberculosis bovina
La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, en el marco de una jornada estatal celebrada en Plasencia (Cáceres), reclama afrontar la lucha contra la tuberculosis bovina desde un enfoque integral que incluya el control de la enfermedad sobre la fauna silvestre, que constituye el reservorio y una de sus principales fuentes de contagio, incidiendo en que el sacrificio constante de ganado por si sólo se está demostrando que no es la solución.
Unión de Uniones ha puesto en evidencia que, desde el año 2005, se han sacrificado cerca de 300.000 animales que habrían resultado afectados por tuberculosis en las primeras pruebas de diagnóstico, alcanzando una media anual de 30.000 muertes. El perjuicio ocasionado al ganadero por dichos sacrificios es enorme, pudiendo cifrarse en unos 64 millones de euros sólo en Extremadura, región anfitriona de la jornada. Por otro lado, la organización destaca que estos sacrificios pudieran no haber sido necesarios ya que en numerosos casos obedecen a falsos positivos en los que la enfermedad no es confirmada en pruebas posteriores post-mortem.
En la mayor parte de las regiones españolas se ha apreciado en el último año un repunte de la enfermedad, pero son especialmente llamativos los datos de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, en donde sus Consejerías de Agricultura han informado de un deterioro de la situación que podría elevar la presencia de la enfermedad en más de un 17% de los rebaños andaluces y por encima del 12% de los extremeños y de casi el 8% en los castellano-manchegos, cifras que duplican y hasta triplican en algún casos las de años anteriores.
La organización ha señalado que las medidas de contención de la enfermedad se han concentrado en los planes de erradicación sobre las explotaciones ganaderas, pero sin dedicarle la atención suficiente al papel que desempeñan las poblaciones de especies silvestres que comparten espacio con el ganado, fundamentalmente jabalíes y ciervos. En algunos de los muestreos se ha detectado la enfermedad en más de la mitad, y, en ocasiones, en casi la totalidad de los animales testados, sin que hasta ahora se hayan tomado medidas para conocer exactamente el alcance del problema y mantenerlo bajo control.