Subproductos vegetales para la alimentación del ganado vacuno bravo

INTIA organizó en la finca demostrativa de Cadreita una jornada sobre la utilización óptima de los subproductos vegetales para la alimentación de ganado vacuno bravo. Quienes asistieron procedían de explotaciones de Arguedas, Funes, Zurucuáin, Ablitas, Valtierra, Artajona, Larraga y Villafranca en las que se realiza el reparto de la ración en el comedero con carro unifeed.

Ana Barandiaran, especialista de INTIA en alimentación de rumiantes, se encargó de impartir la charla. Comenzó la jornada con una parte teórica en la que, entre otras cosas, explicó que la panza o rumen contiene microorganismos (bacterias, levaduras…) responsables de transformar los alimentos en ácidos grasos. Estos ácidos grasos volátiles se absorben por la sangre y se transforman en energía para el animal. Pero, explicó que hay que tener en cuenta que si hay muchos ácidos grasos volátiles se produce “acidosis”, el contenido de la panza se acidifica, y parte de sus microorganismos, beneficiosos para el animal, mueren. Esto hace que se dificulte la fermentación de los alimentos dando lugar, entre otros, a diarreas y laminitis (un proceso patológico que produce cojera).

Es muy importante conocer este aspecto ya que hay subproductos vegetales muy energéticos que pueden causar acidosis si no se utilizan adecuadamente mezclados con paja. La introducción de paja en la ración actúa de dos maneras: por un lado ralentiza el tránsito de los alimentos por la panza disminuyendo la excesiva producción de ácidos grasos y, por otro, estimula la rumia y la producción de saliva cuyo bicarbonato reduce la acidosis. Por ello, resaltó la importancia de conocer la energía de cada subproducto que se utiliza en la alimentación.

Uno de los productos que también se utiliza habitualmente en alimentación animal es el ‘silo de maíz forrajero’, una gran mayoría de asistentes a la jornada confirmaron utilizarlo. Es muy energético, pero se les indicó que, al estar muy picado, es conveniente añadirle forraje (paja larga) para ralentizar el tránsito por la panza. Según los datos del Servicio de Vacuno Bravo de INTIA, el porcentaje de materia seca media de este producto es del 30%, el de proteína bruta ronda el 8,5% y el de almidón se encuentra entre el 28% y el 33%.

La segunda parte de la jornada se centró en cómo preparar raciones. Se indicó que hay que tener en cuenta dos factores, por un lado, las necesidades de la vaca adulta y, por otro, conocer los alimentos con los que se va a contar en la explotación. Respecto a las necesidades de una vaca adulta (mantenimiento, gestación y lactación) se expuso que, en general, existen muchos datos sobre vacas de leche y de carne, pero no sobre las vacas de lidia. Por ello, se explicó que se toma como referencia las necesidades de una vaca de carne de tamaño medio, de 450 kg. Respecto a conocer los alimentos con los que se va a contar en la explotación, es conveniente tener un calendario de la disponibilidad de los mismos a lo largo del año y una analítica de cada uno de ellos para conocer en detalle la cantidad de materia seca, de proteína bruta, etc.

Para finalizar, se presentó una herramienta informática diseñada por INTIA que permite realizar una correcta formulación de la ración utilizando los subproductos vegetales disponibles en cada explotación. Esta herramienta informática forma parte del asesoramiento en alimentación que INTIA puede ofrecer a quienes contraten el Servicio de Vacuno Bravo que incluye además:

  • Atención individualizada.
    • Control de materias primas: calendario, analítica nutritiva representativa y analítica microbiológica.
    • Raciones según materias primas utilizadas (feedback con quien contrata).
    • Manejo del carro unifeed y de los comederos.

En este último bloque, se realizaron ejercicios prácticos con cada asistente en los que vieron cómo realizar una adecuada ración utilizando diferentes subproductos, a la vez que recibieron recomendaciones sobre cómo llevar a cabo una ración equilibrada.

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