Charolés

 

CARACTERÍSTICAS MORFOLOGICAS.

La charolesa es una raza de aptitud cárnica que determina su morfología. Hablamos de animales hipermétricos y longilíneos con conformación compacta y simétrica con líneas superior e inferior paralelas. La capa es uniforme de color blanco-cremoso con mucosas rosadas y cuernos y pezuñas blancos. La cabeza es pequeña, corta de perfil recto y algo cóncavo. El cuello corto y grueso bien unido al tronco. Cruz ancha; tórax ancho y profundo. El dorso horizontal, recto que se corresponde con lomos anchos, largos y musculados. La grupa larga, ancha y horizontal con nalgas descendidas, largas, anchas, convexas y muy desarrolladas. Las extremidades separadas, bien conformadas y con aplomos rectos y los órganos sexuales, los testículos bien definidos y las mamas de tamaño medio, bien conformadas y de piel fina.

 

HISTORIA Y UBICACIÓN DE LA RAZA

El origen de la raza es francés, siendo el país vecino la cuna de la raza. Los primeros pasos de la raza nos son muy bien conocidos, pero se considera que el comienzo deriva del cruzamiento de vacas autóctonas de la región francesa de Bourgogne-Franche-Comté. Estas vacas, que se caracterizaban por su gran tamaño y por su utilización como reses de tiro, se cruzaron con la raza cárnica británica Shorthorn (Durham en Francia). Los animales resultantes del cruzamiento y su posterior selección constituyeron la raza charolesa.

La expansión de la raza fue rápida, traspasando las fronteras galas tras la II Guerra Mundial e instalándose en la actualidad en más de 60 países de los cinco continentes.

En España, la raza se introdujo en el año 1962 y a día de hoy es una raza perfectamente adaptada y destaca dentro de las razas españolas denominadas integradas. Así mismo, la cabaña charolesa española es una de las más importantes fuera de la geografía del país de origen.

La raza se distribuye por toda la geografía española, teniendo presencia en 12 de las 17 comunidades autónomas

 

VENTAJAS DE LA RAZA

La raza, como se ha mencionado con anterioridad, es de aptitud cárnica por lo que su principal virtud se relaciona con la capacidad que tiene de producir carne. En este sentido, tiene unos excelentes valores productivos llegando a alcanzar valores de hasta 2,5 kg de ganancia media diaria. El marcado carácter cárnico se evidencia en el peso de los animales adultos llegando a alcanzar los 1500 kg los machos y 1000 kg las hembras. Además, el alto rendimiento a de las canales de los animales charoleses y sus cruces hace que sea una raza excepcional para cruzamientos con otras razas.

Por otra parte, también son dignos de mención los buenos datos reproductivos de la raza. Una buena muestra de ello son los intervalos de partos en torno a 13 meses; unas tasas de prolificidad elevadas, con un mayor de número de partos gemelares con respecto a otras razas y una lactancia acorde a una raza de aptitud cárnica.

Otra de las cualidades a destacar, es su perfecta adaptación a las distintas condiciones climáticas y orográficas. En España, la raza charolesa se explota en gran diversidad de condiciones estando presente en los pirineos, en la dehesa extremeña, el campo charro o las marismas gaditanas. Como consecuencia se puede afirmar que es una raza con unas condiciones adaptativas excelentes, siendo capaz de aclimatarse tanto a zonas frías con parajes agrestes e inviernos duros y zonas más cálidas con orografías más favorables y periodos estivales de escasez nutritiva. Relacionado con este fenómeno adaptativo de la raza hay que destacar la capacidad de aprovechamiento de muy diversos recursos alimenticios, desde pastos herbáceos hasta monte bajo pasando por dietas a base de cereales, con buenos promedios de transformación.

Por último, pero no menos importante, la raza charolesa se caracteriza por su docilidad y fácil manejo. La charolesa es una raza noble con un manejo sencillo que facilita todas las prácticas a desarrollar en la explotación: destetes, separación de lotes en distinta fase productiva o de manejo, prácticas sanitarias y veterinarias…

 

SISTEMA DE EXPLOTACIÓN

La raza bovina charolesa española se explota en su gran mayoría en carácter extensivo, con aprovechamiento de rescursos alimenticios naturales y suplementación en épocas de escasez. No obstante, en menor medida y en zonas geográficas definidas del norte del país, se explotan en combinación de semiextensivo y estabulación en invierno.