En el pasado, la peste bovina causó la muerte de millones de animales en todo el mundo, con terribles consecuencias sobre la seguridad alimentaria, los medios de vida rurales y las pérdidas económicas. Pero gracias a décadas de esfuerzos mundiales, en 2011 la peste bovina se convirtió en la segunda enfermedad erradicada en el mundo, siendo la primera y única otra la viruela en humanos.

En el marco del mantenimiento de la libertad mundial y el mantenimiento de la memoria de la peste bovina, la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE) ha puesto en marcha una campaña exhaustiva para su implementación en sus 181 Países Miembros, para que todos los actores sean plenamente conscientes de los desafíos de la peste bovina. Una serie de herramientas asegurarán que saben el papel que todavía tienen que desempeñar en la era posterior a la erradicación.

“La palabra clave de esta campaña es Vigilance. Porque, sólo con la vigilancia continua de estos actores clave, a nivel local y nacional, vamos a mantener nuestro mundo libre de la peste bovina”, asegura la OIE.