La Unión de Extremadura vincula sacrificios obligatorios e incendios forestales
“Cada verano podemos observar como los incendios son cada vez más extensos por su dificultad a la hora de apagarlos o al menos controlarlos. Hace unos años, con menos medios se podían controlar mejor los incendios al estar los bosques y las sierras con mucho menos pasto y maleza. A medida que las explotaciones ganaderas están desapareciendo y junto a ellas los pastores que recorrían todos los días el monte, la maleza se está adueñando de grandes extensiones de terreno que son el caldo de cultivo para la propagación del fuego”. Así arranca una reflexión de La Unión de Extremadura que vincula los sacrificios de animales por saneamientos obligatorios con la aparición de incendios forestales”.
“Curiosamente, La Vera, El Jerte y las Hurdes es donde más cabras ha sacrificado la Consejería de Agricultura por estar infectadas (según la propia Consejería) de tuberculosis, aunque tras los análisis pos-morten se comprobaba que estaban sanas (falsos positivos). Si en estas comarcas desaparecen las ganaderías, con ellas desparecen los pastores, los agricultores y se abandonan los montes, por lo que los incendios son más agresivos. En los últimos años han sido numerosa las ganaderías de vacuno y caprino que se han sacrificado enteras en el llamado vacío sanitario, y este hueco dejado por ganaderos y animales ha sido cubierto por la maleza, el pasto y los árboles secos”, apunta la organización agraria.