Avances para mejorar la vacunación contra la paratuberculosis

La paratuberculosis es una enfermedad de distribución mundial que afecta principalmente a los rumiantes domésticos. El agente causal de esta enfermedad es ‘Mycobacterium avium subp. paratuberculosis’ (Map), bacteria que se elimina principalmente con las heces de los animales infectados, siendo la principal ruta de transmisión la fecal-oral. Los animales más propensos a la infección son los más jóvenes, principalmente durante los primeros 6-12 meses de vida. Los signos clínicos, sin embargo, se observan habitualmente tras el primer o segundo parto.

Resulta difícil hablar de la prevalencia de esta enfermedad porque los muestreos hechos no son representativos o porque la metodología aplicada para la detección de los animales infectados es muy diversa. Sin embargo, en un estudio recientemente publicado basado en datos de 48 países de todo el mundo, y en el que ha participado Neiker, se estimó que la prevalencia a nivel de rebaño en los países desarrollados era del 40%.

La paratuberculosis causa grandes pérdidas económicas como resultado de la reducción de la producción de leche, del aumento de los sacrificios de animales con mala condición corporal, así como de la mayor incidencia de otras enfermedades como mamitis o infertilidad en las explotaciones afectadas. Hay estudios que hablan de pérdidas por vaca del orden de los 150-250 euros por lactación cuando los animales se encuentran todavía en fase subclínica.

La estrategia de control de la paratuberculosis es uno de los grandes debates que surgen al hablar de esta enfermedad, principalmente cuando se baraja la vacunación como alternativa debido a la posible interferencia con las pruebas de rutina utilizadas en los programas oficiales de erradicación de la tuberculosis bovina. Estudios llevados a cabo por nuestro grupo han demostrado que la interferencia de la vacunación frente a Map en el diagnóstico de la tuberculosis es muy similar a la observada en infecciones naturales. A pesar de esto, Neiker en colaboración con el CICbioGUNE está trabajando en la búsqueda de nuevos biomarcadores, que puedan ser utilizados en el diagnóstico de la tuberculosis y que no se vean alterados por la infección natural ni por la vacunación frente a paratuberculosis.

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