Cinco curiosidades del Tête de Moine AOP que aún no sabías
Los Quesos de Suiza son famosos en todo el mundo por su excelente sabor y, en el caso del Tête de Moine AOP, por su corte en forma de flor. Sin embargo, este preciado queso sin lactosa esconde más curiosidades que seguro desconoces:
- Se elaboran dos variedades distintas de este queso suizo: el clásico, puramente aromático, y el reserva, ligeramente más picante. Se diferencian principalmente en su curación: el primero, con un mínimo de 2 meses y medio de maduración y el segundo, con un mínimo de 4 meses.
- En sus orígenes, este queso era moneda de pago, pues durante la Edad Media los monjes de la abadía de Bellelay, de donde es originario, producían el Tête de Moine AOP para pagar sus tributos.
- Su corte en forma de flor no es sólo para embellecer una deliciosa tabla de quesos, sino que también potencia su sabor, pues una mayor superficie del queso entra en contacto con el oxígeno. Para conseguir este corte en forma de clavel, se utiliza la ‘girolle’; un utensilio con una cuchilla que raspa el queso.
- Denominación de Origen del SXXI. En 2001, el Tête de Moine AOP fue reconocido como queso con Denominación de Origen Suiza con el signo de calidad oficial AOP (Apellation d’Origine Protégée) que certifica que es un producto típico de una región concreta y que se ha elaborado siguiendo un proceso tradicional.
- Sólo se elabora en 7 queserías suizas por maestros queseros que han dedicado más de 6 años de sus vidas a formarse. Para producir este delicado queso, los maestros utilizan como materia prima la leche cruda de las vacas recién ordeñas, las cuáles únicamente se alimentan de hierbas del campo en verano y heno en invierno. Este hecho, le otorga un sabor especial.
El Tête de Moine AOP, como en el caso de otros Quesos de Suiza, no contiene lactosa ni gluten, así que es un delicioso queso del que todos pueden disfrutar y, uno de los mejores momentos para hacerlo es en el aperitivo.