Claves para entender la situación de la tuberculosis en Extremadura
ASAJA Extremadura lleva años presionando a las distintas administraciones para hacerles ver cuáles son las consecuencias que está sufriendo el sector ganadero con la aplicación de los programas de erradicación de tuberculosis bovina en España y en Extremadura, insistiéndole en dos aspectos fundamentales: la inmovilización de las explotaciones positivas y la ausencia de control poblacional de la fauna cinegética y control sanitario de la misma.
Con respecto al primer punto, en las tres últimas campañas se han multiplicado por cuatro los índices de prevalencia de la enfermedad, lo cual ha incidido sobre manera en el número de explotaciones inmovilizadas. “Inmovilizar una explotación de vacuno positiva supone para el ganadero cortar de raíz su actividad económica y empresarial, en el mejor de los casos al menos seis meses y en el peor, llevarlo a la ruina y al cese de su actividad como ganadero”, señala la organización.
Se consiguió que se pudieran mover los terneros no solo a sacrificio sino también a cebaderos no calificados (si la explotación de origen es T2-) ampliándose en el ámbito de la comunidad autónoma de Extremadura este mismo movimiento desde explotaciones TS (con calificación suspendida) a cebaderos no T3 (cebaderos no calificados). Otro paso que se ha dado en la liberalización de los movimientos, es que los animales no resultantes positivos se puedan mover en los 45 días siguientes después de realizar un chequeo bien a matadero o a cebaderos no calificados.
Otra de los temas en los que está actualmente trabajando ASAJA Extremadura es la eliminación de las pruebas complementarias de PCRs (análisis de ganglios), porque aporta poco, es lenta y crea muchas dudas en el diagnóstico. Esta petición se ha hecho a la Consejería y al Ministerio y hay voluntad para suprimirlas.
Con respecto, al control poblacional de especies cinegéticas (jabalís y ciervos) y control sanitario de los mismos, se autorizará la caza en las zonas con vocación de caza menor.
Además, la organización exige que se cumpla el protocolo establecido en el Programa de Erradicación de la Tuberculosis para aquellas Comunidades Autónomas con rango de prevalencia de rebaño mayor del 1% o de alta prevalencia en explotaciones bovinas T2, para que en estas áreas se identifiquen y declaren como reservorio o fuente de infección, las especies de fauna silvestre o cinegética o doméstica que cohabite con el ganado en la misma explotación.