Cooperativas Agro-alimentarias recomienda la leche para las personas mayores
A la hora de intentar mitigar el aumento de peso corporal, consecuencia de las comidas, cenas y celebraciones típicas de la Navidad, una de las opciones que está sobre la mesa es renunciar a otras comidas del día para compensar. No desayunar, cuando la víspera hemos tenido una cena especialmente abundante, o no cenar tras una comida copiosa. Esta costumbre nos lleva a eliminar de nuestra rutina ingestas tradicionalmente vinculadas al consumo de leche y productos lácteos. En el caso de nuestros mayores, hay otros factores que también entran en juego en el abandono de la rutina, como son la sensación de saciedad, los problemas de masticación y el cansancio físico añadido.
Una de las recomendaciones de Federico Cuesta, profesor asociado de Ciencias de la Salud de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Geriatría del Hospital Clínico San Carlos, es consolidar el consumo de leche en el desayuno y de yogures o quesos frescos en la merienda o la cena, para cubrir las necesidades nutricionales de nuestros mayores. A su juicio, es importante considerar que nuestros mayores son un colectivo muy heterogéneo. Franjas de edad como la de 60 años presentan grandes diferencias con otras, como las de 80 años, según destaca Cooperativas Agro-alimentarias.
A pesar de estas diferencias, la leche y los productos lácteos son esenciales para todos los mayores, por su capacidad de ofrecer una gran riqueza de nutrientes con una elevada biodisponibilidad: “lo que aportemos en forma de lácteos va a poder ser absorbido mucho mejor que con otro tipo de alimentos”. Para Federico Cuesta, miembro del Comité Científico del Programa Europeo de fomento del consumo de leche y productos lácteos puesto en marcha por el sector español y la Unión Europea, para que una persona realice un desayuno saludable basta con que incluya unos 250-300 ml de la leche que mejor se adapte a sus necesidades, mezclada con café, si eso favorece su ingesta, que se puede acompañar con una ración de pan con aceite de oliva. En opinión de Cuesta, una forma sencilla y deliciosa de completar las raciones necesarias cada día la tenemos en los yogures y los quesos frescos que podemos dejar para la merienda o la cena.