La mejor situación de la tuberculosis en Castilla y León se plasma en un 85% de cebaderos calificados
El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León ha autorizado la contratación de un servicio de ejecución de los programas de vigilancia, prevención, control y erradicación de enfermedades del ganado de Castilla y León con el objetivo de mejorar, aún más, el estatus de la cabaña ganadera de la Comunidad, lo que permite no sólo la eliminación de riesgos para salud por tratarse, en algunos casos, de zoonosis (tuberculosis y brucelosis), sino acceder al libre comercio de los animales y mejorar, por tanto, la rentabilidad de las explotaciones y promocionar los productos de origen animal por su alto nivel de seguridad alimentaria.
Este contrato, cuyo importe total será de 5.196.540 euros, permitirá llevar a cabo 2.213.743 actos clínicos para erradicar la tuberculosis y brucelosis bovina.
La Unión Europea declaraba oficialmente el pasado mes de septiembre libre de brucelosis bovina a la provincia de Zamora tras la solicitud realizada por la Consejería de Agricultura y Ganadería, lo que ha supuesto un hito sanitario de primer orden y un paso consolidado en la mejora del estatus sanitario de la cabaña ganadera de esta provincia que se suma, de esta manera, a las tres que ya cuentan con este reconocimiento: Burgos, Soria y Valladolid.
La aplicación en Castilla y León de los programas de erradicación de enfermedades de los animales durante los últimos años está dando sus frutos, gracias al trabajo y la colaboración del sector productor y a la actuación responsable y rigurosa de las administraciones. Por todo ello, el estatus sanitario alcanzado por las explotaciones ganaderas de la Comunidad les permite acceder con ventaja a los mercados de animales vivos y sus productos.
El estatus sanitario que están alcanzando las explotaciones ganaderas de Castilla y León les permite beneficiarse de la eliminación de barreras comerciales por cuestiones sanitarias y facilita la apertura de mercados, aumentando el margen de beneficio del sector ganadero.
La actual situación permite la reducción del número de pruebas oficiales sanitarias obligatorias a realizar, lo que además mejora el manejo productivo de los ganaderos evitando recoger a los animales para la realización de las pruebas.
Estas reducciones de realización de campañas sanitarias suponen un ahorro económico en las explotaciones y para la Administración autonómica y representa una ventaja competitiva en relación a las ganaderías de otras comunidades autónomas como Extremadura, Castilla-La Mancha o Andalucía. Además, el avance en sanidad animal mejora la salud pública y la seguridad alimentaria.
En lo referente a brucelosis bovina, en la Comunidad no se detectó ninguna explotación positiva en el año 2016, una situación que nunca antes se había producido y que sitúa a Castilla y León como una región con el máximo estatus para esta enfermedad. La situación se ha consolidado en el año 2017 lo que permitirá ir avanzando en la consecución del reconocimiento oficial de la cabaña bovina de libre frente a esta enfermedad.
Respecto a la tuberculosis bovina, en Castilla y León el número de explotaciones positivas de tuberculosis bovina ha disminuido en los últimos diez años un 55%. Esto ha permitido que, en estos momentos, más del 85% de los cebaderos de bovino regionales estén calificados y puedan exportar sin ningún tipo de traba comercial ni pruebas sanitarias previas al movimiento. Esta facilidad en los movimientos ha supuesto una ventaja competitiva de primer orden ya que permite la apertura de mercados.
La alta calificación sanitaria de las explotaciones ganaderas de Castilla y León ha posibilitado un progresivo aumento de las exportaciones de animales vivos. Así, durante el primer semestre de este año 2017, el valor de las exportaciones de animales vivos de la especie bovina superó la cifra de los 7,8 millones de euros lo que ha supuesto un incremento del 125 % en relación a ese mismo periodo del año anterior, siendo este sector el que más ha crecido entre las exportaciones de ganado vivo en Castilla y León.