Raza Pirenaica CONASPI

La raza Pirenaica en España

En hablando de razas: LA RAZA PIRENAICA

Hemos entrevistado a Patxi Aranguren, técnico y secretario de la Junta Directiva en la Confederación Nacional de Criadores de la Raza Pirenaica (CONASPI).

Patxi Aranguren de la raza de vacuno Pirenaica CONASPI··· En esta entrevista conoceremos más sobre la propia raza y las actuaciones, proyectos y objetivos que se desarrollan actualmente desde la Confederación, como es el velar por la pureza y selección de la raza pirenaica promoviendo su expansión. Con el desarrollo del libro genealógico, la comprobación de rendimientos y la colaboración en su posterior gestión y desarrollo.

 

P- ¿Puede contarnos un poco sobre los orígenes de la raza Pirenaica?

R- La raza Pirenaica es una de las razas de vacuno más antiguas de España, autóctona de los Pirineos y sus paisajes. Antes se podía encontrar en sus dos vertientes, a ambos lados, y abarcaba desde Irún hasta zonas de Cataluña.

Eran animales ideales para la producción, tanto de carne como de leche, y para el trabajo de la gente que vivía en la zona. Y esto fue así hasta la década de 1940, cuando la industrialización del campo y la labor agrícola y ganadera trajo la inclusión de otras razas en el territorio, desplazando a las vacas pirenaicas hacia los valles de Navarra.

Estas nuevas vacas, en vez de tener un triple uso, eran óptimas en un único ámbito. Por ejemplo la vaca frisona, que es específica para la producción de leche. Así, la raza Pirenaica perdió relevancia y, en cuestión de dos décadas, quedaban tan pocas cabezas que estuvieron a punto de extinguirse.

En los años 60s, gracias a las ayudas de las Administraciones Públicas regionales y al Ministerio, la raza se empieza a recuperar como productora exclusiva de carne. A partir de 1980, con la formación de diferentes asociaciones de razas bovinas, empieza a consolidarse.

 

P- ¿Cuál es su situación actual? (donde se encuentra, cabezas aproximadas, etc.)

R- A día de hoy, hay en España alrededor de 26.000 cabezas de madres mayores de 2 años de raza Pirenaica. De esas, más de 14.000—el 50%—se encuentran en Navarra.

Un 30% están asentadas en el País Vasco y el resto se reparten por el País Vasco Francés, zonas de La Rioja, Soria, Aragón y Cantabria.

 

P- Relativo a esto, ¿Qué programas de mejora genética tienen implantados?

R- Se utiliza un programa de cría aprobado por el Ministerio que se basa en los pesos, ya que se trata de una raza de carne. Estos pesos y los árboles genealógicos permiten hacer índices genéticos con una tecnología denominada BLUP, método para la predicción del valor genético de los animales.

Como programa complementario, funcionan con los centros de testaje de novillos machos. Estos, que son hijos de madres selectas, se recrían en centros con contrales mensuales para hacerlos sementales—donación de semen—y el resto se venden a otros ganaderos para monta natural.

 

P- ¿Cuáles les gustaría implantar en un futuro a medio-largo plazo?

R- Ahora mismo se trabaja con datos morfológicos como grupas, patas, etc. Sin embargo, es algo incipiente y todavía hay que trabajar en ello. También queremos implantar el uso de la genómica, que es mucho más fiable que cualquier otro método y permite la pronta toma de decisiones.

 

P- ¿Cuándo surgió CONASPI? ¿Con qué objetivo?

R- Igual que otras organizaciones de vacuno, CONASPI se creó en los años 80s. Aunque ya en 1905 teníamos un libro genealógico de control, el primero de España.

El objetivo principal, lo que más urgía en aquel momento, era que no se perdiera la raza Pirenaica. Para ello se empezó a hacer selección con los medios que había hasta su recuperación y mejora.

 

P- ¿Cuál es su situación actual? (número aproximado de socios, actividades que abarcan, servicios para sus socios, etc.)

R- CONASPI se trata de una confederación de asociaciones. Esto significa que en cada territorio y/o provincia hay una asociación diferente—por ejemplo la Asociación de Cantabria o la de Álava—y ese conjunto, la confederación, es la que reconoce el Ministerio. Curioso, ¿verdad?

De los servicios a los socios, aunque hay pautas comunes, se encargan las asociaciones territoriales con sus propios medios y las diferentes ayudas regionales. Los ganaderos pagan a las diferentes asociaciones y estas se encargan de llevar los libros. Cada asociación tiene autonomía suficiente.

Al ser la de Navarra la más grande de todas, es esta la que se encarga de ciertas áreas como la secretaría.

 

P- ¿Qué nuevos proyectos tiene CONAPSI en el punto de mira?

R- La genómica, sin dudarlo. Y trabajar más la carne entre todos para poder revalorizarla, hacerla más reconocida para poder mantenernos contra los competidores más grandes. Hacer etiquetas o logos de calidad, como el que tenemos de raza autóctona.

 

P- Por último, en un tono puramente anecdótico: se dice que los Pirineos esconden muchas leyendas, ¿alguna relacionada con la raza pirenaica?

R- De hecho, sí. Existe el “Tributo de las 3 vacas”. Esta tradición existe desde la Edad Media y se celebra en el Valla del Roncal (Pirineo Navarro), donde podemos encontrar el Monte de los Tres Reyes: un punto donde antiguamente convergían el Reino de Aragón, el Reino de Navarra y el Reino de Francia.

En la Piedra de San Martín, que es una especie de mojón que separa España y Francia, se solían sacrificar tres vacas pirenaicas como tributo para poder utilizar los pastos comunes que hay en la zona. Hoy en día se mantiene el acto como tradición, aunque hace mucho que el tributo es económico.

Se trata de uno de los pactos más antiguos de toda Europa.

 

 

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