La raza Rubia Gallega bate el récord del precio medio en la subasta de Becerreá con 2.290 euros
Las 27 tarjetas de posibles compradores, el mercado ganadero abarrotado de gente y el día de sol y de feria en Becerreá ya presagiaban lo que iba a ser una de las subastas más exitosas de las que celebra Acruga y la mejor en cuanto al precio medio de las siete que ya se han organizado, desde el 2013, en Becerreá. Las cinco novillas preñadas se adjudicaron muy por encima del precio de salida, lo que supuso batir el récord del precio medio en esta subasta, al conseguir 2.290 euros. De hecho, hay que remontarse hasta el año 2014 para encontrar un precio medio tan elevado, entonces de 2.245 euros.
La primera novilla de la mañana ya sentó las bases de lo que iban a ser todas las pujas. Muchos compradores, subastas muy abiertas y largas, y precios bastantes altos, muy por encima de los 1.800 euros de salida. Los tres primeros ejemplares se adjudicaron por 2.300, 2.100 y 2.050 euros a un ganadero de Friol. Con la cuarta subasta llegó el punto álgido de la puja, con la presentación de una novilla de 25 meses, preñada de siete meses y medio. Después de continúas pujas y sana rivalidad, la novilla se adjudicó en 2.650 euros al mismo ganadero de Friol, que se fue de Becerreá con cuatro de las cinco novillas. Este precio de 2.650 se quedó a muy poco de batir los 2.700 euros que se llegaron a pagar en Becerreá en la subasta de 2014. La última novilla de la mañana se adjudicó en 2.350 euros.
Cuatro de las cinco novillas subastadas se fueron para una explotación de Friol, propiedad de Rubén Penín Rouco y su mujer, Ángeles Puente Rey. Ambos llevan la explotación familiar desde hace ocho años y ya son habituales en las subastas de Acruga. De hecho, Rubén Penín Rouco recuerda que en una puja celebrada en el propio centro de recría compró 11 animales.