La utilidad del control del rendimiento lechero para la sostenibilidad de las ganaderías
La directora general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Esperanza Orellana, ha destacado la utilidad del control del rendimiento lechero en España en la mejora de la sostenibilidad de las ganaderías, gracias a los beneficios derivados de la participación en un programa de cría de mejora genética.
Orellana, que ha inaugurado una jornada sobre la situación y perspectivas del control del rendimiento lechero en España, ha recordado que este sistema de recogida de información ha dado servicio, en 2018, a más de 5500 ganaderos de vacuno de leche, 500 de ovino de leche y 320 de caprino de leche.
Esto supone, ha señalado la directora general, que los animales son sometidos a un control individual de sus producciones, con una periodicidad mayoritariamente mensual. Cada año se recoge información de más de 950.000 hembras productoras de leche de las tres especies. Estamos por tanto, ha apuntado, ante uno de los mayores sistemas de recogida de información de producción ganadera existentes en España.
En este foro, que ha contado con la asistencia de representantes de centros autonómicos de control del rendimiento lechero, asociaciones de criadores, funcionarios de comunidades autónomas, investigadores y representantes de Organizaciones Profesionales Agrarias e Interprofesionales, se ha analizado y debatido sobre el desarrollo de las actuaciones del control del rendimiento lechero en España, un elemento imprescindible para mejorar la rentabilidad y sostenibilidad de las ganaderías productoras de leche a través de los programas de mejora genética.
Desde el Ministerio se ha agradecido la implicación de todos los agentes que trabajan en el correcto funcionamiento del sistema de control del rendimiento lechero. Un sistema que tiene como objetivo fundamental que los ganaderos cuenten con la información que les permita realizar una mejor gestión de sus explotaciones, haciéndoles más competitivos, fomentando su profesionalización y en definitiva, apoyándoles en el desarrollo de una actividad que es imprescindible para mantener un medio rural vivo.