Mercados de futuros II

EL BROKER DEL VACUNO- Capítulo 3 Miriam Robla (Socia fundadora de Asegrain). En nuestra anterior entrada vimos brevemente como el mercado de materias primas ha cambiado en los últimos años, siendo cada vez más volátiles. Parte de esta volatilidad, se debe a los cambios en las políticas comunitarias que han liberalizado los mercados y también a causa de la globalización, pues cada vez es más importante y tiene más repercusión los acontecimientos en el resto del mundo.

Los mercados de futuros son el reflejo de todos estos cambios. Cada vez más estamos familiarizados con las subidas y bajadas en Chicago (CME) o en Matif (París – Euronext), que como señalábamos, son dos de los principales mercados de materias primas.

[Como curiosidad, el mercado de Chicago es uno de los más antiguos de materias primas del mundo, y surgió por la necesidad de poder fijar un precio hoy de una mercancía que se intercambiará en el futuro. Para un agricultor es interesante, pues puede conocer su precio de venta de una parte de su producción, antes incluso de sembrar. Y para un fabricante, es algo positivo pues puede conocer de antemano una parte importante de sus costes de su producción.]

En el anterior post, vimos también qué es un contrato de futuro que se negocia en estos mercados y el funcionamiento como usuario. A modo de recordatorio, alguna de las principales características son: que los contratos son estándar, que se negocian electrónicamente y que hay una cámara de compensación que actúa como garante del buen fin de las operaciones. En cierto modo, la negociación sería parecida a la Bolsa.

 

¿Por qué es Chicago un mercado de referencia? ¿Y cómo afecta a nuestros precios locales?

La importancia de Chicago, no solo es por ser uno de los mercados más antiguos o el más, sino que gran parte de su éxito recae en la liquidez, tanto por la diversidad de productos y vencimientos como en el número de operadores y contratos negociados a lo largo el amplio horario de negociación. Existe un amplio número de productos que cotizan en este mercado, desde materias primas agrícolas como el trigo, maíz o soja, a otros productos como ganado vivo. Además, hay muchos vencimientos o muchos futuros que se pueden adaptar mejor a mis necesidades de cobertura, y gracias a que hay tantos agentes en el mercado, siempre puedo encontrar liquidez.

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Respondiendo a la anterior pregunta, las variaciones de estos precios de futuros cada vez afectan más a nuestros precios locales pues la conexión es cada vez mayor. Además, al ser un país deficitario en materias primas agrícolas, dependemos de la importación, es decir, de los mercados internacionales, cuya referencia principal para muchos productos es el mercado de Chicago. Una buena comprensión de estos mercados nos ayudará a tomar mejores decisiones.

¿Cómo puedo utilizar los mercados de futuros?

Vamos a ver un breve ejemplo de cobertura desde el punto de vista de un fabricante o ganadero. Uno de los primeros aspectos que deberemos tener en cuenta es que nuestra cobertura va a ser financiera, que el uso de los mercados de futuros no nos quita de tener que comprar la mercancía física, lo que nos va a hacer es ayudar a gestionar el riesgo de precio.

Como ganadero o fabricante podemos comprar futuro cuando consideremos que el precio se ajusta nuestros intereses:

SiembraCompro futuro
CosechaCompro físico

Vendo futuro

Como fabricantes o compradores de materias primas, el planteamiento es el de asegurar un precio de compra, del mismo modo que un agricultor puede pretender asegurar el precio de venta. Por lo que acudiríamos al mercado de futuros a comprar cuando el precio consideremos que es razonable para nuestros intereses, y en el momento de adquirir el físico venderemos nuestra posición en futuros.

Pongamos que el precio en marzo es de 200 euros por tonelada, en lugar de comprar el físico podemos tomar la posición en futuros comprando a ese nivel, es el precio al que nos estamos asegurando, pues si en julio el precio se sitúa en 220 euros, tendremos una ganancia en los futuros que lo han hecho es asegurar nuestro precio de compra en 200 euros:

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Si por el contrario, si el mercado cae, podemos deshacer nuestra posición en futuros asumiendo sólo una caída de los mercados de 10 euros y comprar el físico más barato, como podemos ver en el cuadro a continuación:

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En todo caso, dependiendo de lo que queramos cubrir deberemos buscar la mejor opción, tanto de mercado como de vencimiento que se adapte al riesgo que queremos minimizar. Los mercados de futuros son una opción cada vez más real para muchos agentes de este sector y un buen uso de los mismos pueden ayudar a marcar la diferencia en cuanto a una gestión óptima de nuestras estructuras de costes, sobre todo cuando un coste muy importante es la materia prima.

Hasta aquí este nuevo post dedicado en gran parte a los mercados de futuros y a la gestión del riesgo de precio, la próxima semana esperamos poder aportar y profundizar en algún otro aspecto relacionado con los mercados de materias primas que pueda resultar de vuestro interés.

Muchas gracias por vuestro seguimiento. Feliz semana.

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