Necesidades nutritivas de vacas en pastoreo

El animal precisa, sobre todo, de energía y proteína para cubrir sus necesidades nutritivas, aunque también vitaminas y minerales

Puede ser interesante realizar una mejora de los pastos, destinada a aumentar tanto la producción cuantitativa como la calidad del pasto

Los sistemas de alimentación extensiva permiten aprovechar zonas geográficas que en otras ocasiones no podrían servir como nutrición a los animales en producción. Es cierto que se debe suplementar a los animales, en especial con concentrado, para que puedan aprovechar de forma certera su potencial genético y para que puedan garantizar su estado sanitario.

Sin embargo, es importante conocer las necesidades nutritivas que tiene un animal en pastoreo, como ha hecho la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Vacuno de Raza Morucha en un estudio publicado en su página web.

 Necesidades nutritivas 

 Las necesidades de los animales proceden de dos tipos de procesos fundamentales: el mantenimiento de las funciones vitales y la síntesis de producciones (carne, leche, gestación…). Para cubrirlas, el animal precisa sobre todo energía y proteína. La energía permitirá, por una parte, que puedan darse las actividades digestivas y metabólicas que mantienen la respiración, el funcionamiento del corazón, etc. Es decir, todos los procesos internos del animal; y por otro, la síntesis de los productos, como la leche o la carne que se va acumulando con el crecimiento del animal.

La proteína, por su parte, también permite el mantenimiento de las funciones vitales (por ejemplo a través de la renovación de las células) y la síntesis de las proteínas de las producciones. Existen también otros componentes que son necesarios en una proporción mucho menor, aunque son también absolutamente vitales para el animal. Es el caso de los minerales y las vitaminas.

Movilización de reservas 

La movilización de reservas ha permitido en los sistemas extensivos tradicionales utilizar los recursos naturales cuando están disponibles, es decir, acumular reservas en primavera y otoño, y movilizarlas en invierno y verano. Este sistema es barato, pero supone una pérdida de eficiencia productiva (reproductiva en el caso de la mayor parte de las producciones en extensivo) que hace que se haya ido aumentando progresivamente la alimentación suplementaria. Además, la movilización de reservas tiene ciertos límites. En el caso del vacuno, son los siguientes:

  1. Conviene que haya una buena alimentación entre el parto y la cubrición, y que el animal no llegue en mala condición corporal al parto, porque en caso contrario se retrasará el celo y se alargará el intervalo entre partos. Además, se resentirá la producción de leche y por tanto el crecimiento de los terneros.
  2. En el resto del ciclo productivo, puede haber pérdidas hasta aproximadamente un 15% del peso vivo, salvo en animales en crecimiento, de forma que en estas fases sí puede compensarse en cierta medida la escasez de recursos naturales mediante la movilización de reservas.

Mejora de pastos

En función de diversos factores, sobre todo de rentabilidad económica, puede ser interesante realizar una mejora de los pastos, destinada tanto a aumentar la producción cuantitativa como la calidad nutritiva del pasto y por tanto la carga ganadera y la productividad animal por hectárea. Se pueden emplear básicamente tres tipos de técnicas de mejora:

 

  • Manejo del ganado

La mejora mediante el manejo del ganado, por majadeo, según los mismos autores, permite aumentar la pro

 

ducción del pasto y mejorar su calidad, entendida en términos de porcentaje de leguminosas. Se trata de un método especialmente aconsejable en suelos de menor potencial productivo y con clima más duro (menos precipitación y menores temperaturas), donde la respuesta a otros métodos de mejora puede ser limitada y no compensa los costes, y siempre que en la flora autóctona existan especies de interés, como las leguminosas. La utilización del redileo permite aumentar el contenido en materia orgánica y la fertilidad mineral del suelo, así como mejorar la composición botánica del pasto. Cuando sólo hay vacas en una explotación, la utilización de especies animales de interés para esta mejora, como el ovino, se complica por razones sanitarias.

 

  • Fertilización 

En las condiciones edáficas de la zona adehesada, la fertilización es la más indicada para mejorar los pastos es la fosfórica. Mediante la aplicación de superfostato de cal del 18% en dosis de 150 kg/ha los primeros años y de 100 kg/ha en años sucesivos, se aprecian también mejoras en la materia seca producida, así como en el contenido de leguminosas y proteína bruta y en la digestibilidad de la materia orgánica; puesto que el superfosfato de cal es un producto de síntesis.

 

  • Introducción de especies pratenses

La tercera opción de mejora es la introducción de especies pratenses mediante siembra, que resulta interesante especialmente cuando se quiere mejorar la composición botánica de los pastos y así mejorar la calidad nutritiva. En este caso, lo más recomendable es introducir leguminosas y fertilizar también con fósforo. Es posible también que se haga una siembra de pratenses cuando se limpia el matorral, como cultivo de limpieza. Cuando se introducen pratenses, es esencial que el manejo de la carga ganadera en pastoreo sea correcto para favorecer el mantenimiento de la pradera.

 

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