Premiado un trabajo de la Universidad de León sobre bienestar en granjas lecheras
Pedro José Álvarez Nogal, profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León, recogió el pasado jueves 23 en Madrid el Premio Félix Gordón Ordás, que patrocina el Foro Interalimentario y concede la Junta Directiva de la Asociación del Cuerpo Nacional Veterinario ACNV), por su trabajo titulado ‘De la infelicidad a la felicidad del ganado vacuno lechero: de cómo mejorar el bienestar animal en las actuales granjas lecheras’.
El trabajo premiado parte de la actual situación en la que existe una especial sensibilidad en la sociedad por el trato que reciben los animales en las ganaderías extensivas. Afirma Álvarez Nogal que veganos y animalistas hablan “indiscriminadamente” del maltrato animal, “y qué decir de esos reportajes televisivos que no hacen sino distorsionar la realidad y centrar el relato en situaciones por supuesto censurables, pero que no son, en absoluto, espejo de las prácticas habituales en el manejo de los animales en granjas y mataderos de nuestro entorno”.
El autor explica que estamos “en tiempos de ‘fake news’ y no hay mejor forma de neutralizar la mentira que proclamando y difundiendo la verdad”. Por ese motivo se pregunta si hay o no maltrato en las actuales granjas pecuarias y, aunque defiende que el bienestar animal está asegurado, se detiene a comentar la situación del ganado vacuno lechero y también en la cría de los terneros.
En el primer caso explica que los altísimos rendimientos lecheros exponen a los animales a un “precoz deterioro de su organismo a resultas del cual ven acortada su vida productiva a tan solo 3, 4 o 5 años, cuando sus congéneres antiguas la alargaban hasta los 15”. Álvarez Nogal entiende que no merece la pena seguir con este tipo de explotación, y cree que quizás haya que cambiar el factor animal del actual modelo productivo.
En cuanto a los terneros, explica que cuesta aceptar “esa práctica tan deshumanizada de la separación inmediata de las crías recién nacidas de sus madres, impidiendo el acto del amamantamiento natural a cambio de otro artificial”, y lo mismo ocurre con el alojamiento posterior de los terneros en recintos individuales separados unos de otros.
El trabajo defiende la necesidad de la búsqueda de estrategias para la mejora del bienestar del ganado vacuno lechero, “afianzando el estado de salud y el buen funcionamiento de las vacas adultas, fortaleciendo el estado afectivo de vacas y terneros y salvaguardando finalmente el comportamiento natural de unas y otros”.