#sábadocanalla: Cuando el miedo entra por el plato
Hay veces en las que ya no saben cómo asustar. Y lo hacen directamente. A las bravas. Y con muy poco gusto…
Hace unos días leíamos en varios medios de comunicación un estudio realizado por el Departamento de Nutrición y Epidemiología de la Universidad de Hazard, en el que se demonizaba la carne roja. No es la primera vez que se sitúa este tipo de carne al pie de los caballos, pero en esta ocasión ya se habla directamente de riesgo de muerte.
La información que se deriva de este estudio, y que corrió como la pólvora por diversos medios de comunicación nacionales e internacionales, versa más o menos como viene a continuación. “Aumentar el consumo de carne roja, especialmente de carne procesada, se asocia con un mayor riesgo de muerte. Por el contrario, sustituirla por otros alimentos fuente de proteínas como aves (sin piel), pescado, productos lácteos, huevos y legumbres. Un aumento de 3,5 raciones semanales de carne roja durante un período de ocho años equivale a un incremento del 10% de la posibilidad de morir en los ocho años posteriores. Si ese incremento se basa en el consumo de salchichas o embutidos, es decir, de carne roja procesada, las posibilidades de fallecer antes aumentan un 13%. Si hablamos de carne roja no procesada, como un filete de ternera, el riesgo es menor aunque sigue siendo alto: un 9%”. Así, sin dudas.
Hacer ese tipo de afirmaciones es peligroso. No somos nosotros los que vamos a dudar de ningún equipo científico, pero dar sin ambages la cifra del 9% de aumento de riesgo de mortalidad en ocho años… nos parece demasiado atrevido. No estaría mal un poco más de moderación en todos los ámbitos, ya que se juega con el negocio y el futuro de mucha gente. Además, esas informaciones van a lo fácil, porque saben los que ocurre cuando el miedo entra por el plato.