Ha sido noticia durante la semana, procedente de Francia, replicada por agencias internacionales y ampliamente publicada por los medios digitales españoles. “Los mataderos franceses tendrán cámaras desde el año 2018 para evitar el maltrato animal”. Es decir, que el Gran Hermano, ese ojo que todo lo vigila, estará en la línea de sacrificio.

En el texto adoptado por los diputados franceses, se estipula que las cámaras se instalarán en las zonas del matadero donde se manipulan los animales vivos, lo que incluye las áreas de alojamiento, de inmovilización, de aturdimiento y de sacrificio de los animales.

Los canallas de #Vdé vamos a hablar muy clarito. No saldrán de estas líneas ninguna crítica fácil a los responsables y trabajadores de las industrias cárnicas, a este y al otro lado de los Pirineos, que en el 99% de los casos trabajan con responsabilidad, respetando los límites éticos normales en pleno siglo XXI y adaptándose a la legalidad vigente. Pero no hay que callarse para decir que los vídeos que han hecho circular grupos ecologistas con comportamientos totalmente brutales en los mataderos franceses son, simplemente, inaceptables en nuestra sociedad.

Por eso, porque la transparencia de las acciones tiene que ser algo a lo que esta sociedad se acostumbre en estos ámbitos, a nosotros no nos parece mal esta iniciativa. Los mataderos que cumplan a rajatabla con las condiciones legales y éticas no deben temer nada. Otra cosa es los que viven al borde de la ley… En esta vida, no sólo hay que ser decente. También mostrarlo.