A veces viene bien saber lo que ocurre fuera de nuestras fronteras. En primer lugar, porque nos damos cuenta de que en el sector vacuno español no somos tan diferentes a los productores que están en otros países, que también tienen nuestros problemas y, sobre todo, para no minusvalorar lo nuestro. Hasta los alemanes sufren con la indecisión de lo que pueda ocurrir con la futura Política Agrícola Común (PAC).

La razón es que, a partir de 2021, la nueva Política Agrícola Común (PAC) pretende estar más estrechamente vinculada a los requisitos ambientales. Pero esto podría llevar a grandes granjas alemanas convencionales a enfrentar amenazas existenciales, hasta el punto de tener que declararse en quiebra si se reducen los pagos directos de la PAC, según recoge Agroinformación.

“Vamos de crisis en crisis. Nuestro pan de cada día es esperanza “, dijo el agricultor Benjamin Meise. El negocio es desafiante, dijo Meise, destacando que su granja tuvo que sobrevivir a tres crisis del precio de la leche de vaca en los últimos ocho años. “No podemos sobrevivir sin pagos directos”, dijo Meise. Si, como propone la Comisión, los costes de personal para la granja no se cuentan por separado, “entonces tendría que declararme en quiebra de inmediato”.

Lo saben hasta en Alemania. La incertidumbre sobre la PAC no es buena. Para el sector vacuno español, tampoco.