Hay una visión del sector lácteo que es muy recurrente por lo que se refiere a las relaciones interprofesionales entre productores e industrias… y seguramente los medios de comunicación también hemos puesto nuestro granito de arena para que se produzca esa situación que, a nuestro juicio, no es positiva. Se trata de ver a los productores de leche y a los transformadores como enemigos enconados dentro de un mismo sector. Dos partes bien diferenciadas que no se entienden y que sólo buscan el beneficio económico propio.

Por desgracia, no es simplemente una imagen, sino que en la mayoría de los casos responde a una dinámica muy real. Cada uno intenta defender su pequeña parcela en las negociaciones. El ganadero, que en realidad muchas veces no tiene demasiadas herramientas para defenderse, solamente quiere cobrar un poco más por la leche. Por su parte, la industria láctea extiende su poder para intentar ser rentable y competitiva ante el resto de industrias lácteas, en muchas ocasiones a costa del propio ganadero. Son dos realidades en un mismo sector, pero que están enfrentadas.

Los canallas de VACUNO DE ÉLITE soñamos con un sector lácteo en el que no haya estas enemistades. Resulta difícil romper años y años de rencillas y desconfianzas, pero estamos convencidos de que el sector avanzara con un paso mucho más decidido si todos nos dedicamos a remar en la misma dirección. Productores e industrias son eslabones de una misma cadena que debería tener como único objetivo satisfacer al consumidor, a través de estrategias comunes. ¿Será mucho pedir?