UPA pide una regulación que proteja las granjas familiares de vacuno
La organización de agricultores y ganaderos UPA traslada al Ministerio de Agricultura sus propuestas para proteger la ganadería familiar de vacuno en España de cara a 2030.
Una ganadería de vacuno moderna, familiar, sostenible e integrada en el territorio. Ese es el objetivo que, en opinión de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, debe lograr la normativa de regulación del sector del vacuno en España, que prepara el Ministerio de Agricultura.
Ganaderos de vacuno de UPA de toda España se reunieron ayer para debatir y concretar sus propuestas para la normativa de ordenación de granjas de vacuno de leche, carne y mixtas. Una normativa que, a su juicio, debe contribuir al progreso sostenible de la ganadería familiar, por sus múltiples beneficios para la sociedad.
UPA ha remitido una carta al Ministerio de Agricultura en la que le pide “valentía para sacar adelante un Real Decreto que impulse y beneficie a las ganaderías familiares existentes”, con un modelo de gestión basado en la calidad de la leche y de la carne, “un modelo sostenible económicamente con precios justos que al menos cubran los costes de producción, que siga ocupando el territorio de todas las comarcas de España y además sea sostenible medioambientalmente”.
UPA ha recordado que lleva años pidiendo un plan de ordenación a fin de evitar la construcción de granjas de gran tamaño, como la que se proyectaba en Noviercas (Soria) con más de 24.000 vacas, “modelos de granjas industriales apoyadas en entidades bancarias y fondos de inversión y totalmente alejadas del modelo familiar mayoritario en España”.
UPA cree que la normativa debe contribuir al relevo generacional y a que los productores logren precios justos. También creen que se debe facilitar que los ganaderos puedan alejar las granjas de las zonas urbanas de los pueblos.
Contemplar todos los tipos de granjas
UPA propone que se contemplen tres tipologías de granjas: extensivas, semi-extensivas y no extensivas. Los borradores que maneja el ministerio excluyen a la ganadería semi-extensiva, contemplándola como intensiva, cuando no es así, puesto que son todas vacas que pastan a diario y vuelven a su granja para el ordeño o para amamantar a sus terneros. También hay que proteger especialmente a quienes producen en ecológico o quienes cuidan a sus animales destinados a carne y leche de pastoreo.
La organización ganadera pide también que se fije un tamaño máximo para las ganaderías extensivas, puesto que “no hacerlo sería un favor que se pretende hacer a los grandes terratenientes”. En cuanto a los tamaños propuestos por el Ministerio de Agricultura, UPA cree que el tamaño máximo de 850 vacas es muy elevado y el mínimo del grupo I de 20 vacas es muy reducido y no representa en ningún caso la realidad de nuestro sector. “Esas cifras deben corregirse”, han señalado.