Las declaraciones del presidente de Leche Rio, Jesús Lence, y del dirigente de Unions Agrarias, Roberto García, sobre los primeros compradores, a los que se les ha llegado a calificar de “tratantes y especuladores” y de agentes que no aportan “nada” al desarrollo del sector lácteo, no ha sentado nada bien a este colectivo, que no sólo rechaza estas acusaciones, sino que acusan directamente a Lence de mentir, según publica Agroinformación.

Según señala Víctor Crecente, de Lácteos de Riotorto S.L., Leche Rio en la actualidad, “supuestamente, posee una recogida de sobre 500.000 litros de leche diarios, de los cuales unos 300.000 los vende, supuestamente, a terceros es decir a otros transformadores. Pero se da la casualidad de que se los hace llegar, una gran parte, a través de un comprador u operador del artículo 28. Díganme ustedes si tiene o no relación con los tratantes de leche”.

Asimismo, según publica Agroinformación, insta a que se “compruebe algún contrato y la correspondiente factura de pago de algún ganadero que le entrega la leche a esta empresa, y vieran en ellos, sí hay alguna practica abusiva”.

Referente a que hay compradores que adeudan leche, reconoce que “es cierto y no soy yo quien defienda a estos señores puesto esto no debe ni puede ocurrir”, aunque desde Lácteos de Riotorto S.L. aclaran que “estos señores o compradores que no pagan a sus proveedores tenían la leche, así que los sindicatos tienen faena”.

En este sentido, especifica que “si son compradores-comercializadores hasta el día de la fecha tendrán un aval debidamente constituido ante el FEGA. Si son transformadores tendrán un centro de transformación o industria (es decir tendrán patrimonio). Si son transformadores y no transforman, el organismo que les dio la autorización algo sabrá”.

Víctor Crecente, que destaca que representa a Lácteos de Riotorto S.L., también quiere recordarle a Roberto García que “no hace mucho tiempo, empleados de la organización agraria que él representa se pusieron en contacto con esta sociedad para saber sí había alguna posibilidad de que nos hiciésemos cargo de algún ganadero que Leche Río estaba masacrando, es decir les pagaban muy poco por la leche que entregaban”.