CHOBANI, el Steve Jobs del yogurt

La historia es de esas que jalonan el imaginario colectivo de la sociedad estadounidense. En su trayectoria vital, se cumple a la perfección el mito del ‘sueño americano’ y de la tierra de las oportunidades, que dice que cualquiera con trabajo, tesón y una gran idea puede convertirse en millonario en la tierra de la estatua de la Libertad.

Pastor de ovejas cuando era niño en su natal Turquía, Hamdi Ulukaya viajó de joven a Estados Unidos para estudiar y terminó por erigir un negocio de yogures con la suficiente musculatura para desa­fiar a las más poderosas del mercado. Su historia empresarial, según relata la edición mexicana de la empresa Forbes, comenzó en una pequeña y olvidada planta de yogur que había pertenecido a Kraft, ubicada a más de 330 kilómetros al norte de la ciudad de Nueva York, que Hamdi compró gracias a un préstamo. Allí puso en marcha su compañía Chobani.

Apostó sin miramientos por el yogur de tipo griego, aunque apenas representaba el 2% del mercado de yogur en Estados Unidos cuando inició su aventura empresarial. “Lo que amo soñar es en construir, en los próximos cinco años, la compañía de alimentos del mañana, que no sólo hace yogurt sino otros productos”, dice Hamdi. Parecía una premonición, ya que once años después, el yogur griego concentra el 52% de las ventas totales de yogur en el país norteamericano. Además, su negocio representa un total de 1.000 millones de dólares estadounidenses. Ahora busca nuevos mercados en la expansión de su proyecto.

Por otra parte, Chobani quiere tener un sello de producción ética y responsable con el bienestar animal. “Respaldamos las granjas que van más allá en la mejora y el apoyo de la comodidad de las vacas que nos proporcionan leche fresca. Las granjas en Nueva York e Idaho son ejemplos destacados de las formas en que las prácticas modernas pueden proporcionar tremendos beneficios a sus rebaños: prácticas como los abanicos para los meses de verano y los calentadores en el invierno; visitas regulares de nutricionistas y veterinarios; camas secas recién hechas y la ausencia de agua estancada”, según asegura la empresa en su página web.
“Animamos a las granjas a que proporcionen a sus rebaños acceso a los pastizales y soliciten a las granjas que utilicen ambientes interiores que garanticen que sus áreas sean limpias y espaciosas, con espacio suficiente para que cada vaca pueda descansar cómodamente al mismo tiempo”, continúa.

Sus productos se han diversificado en la búsqueda constante de conectar con los intereses de los consumidores, introduciendo otras materias primas como las frutas. Chobani es un gigante que ha llegado para quedarse.

Fuentes de las fotos: Wikipedia, NRtoday.com, Jack Edwin y sybildavila.blogspot.com.es

https://www.chobani.com/animal-care/

Se volvió multimillonario en cinco años vendiendo yogurt

 

 

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