El coronavirus llena de incertidumbre el comercio mundial de vacuno

A medida que las naciones de todo el mundo endurecen las restricciones ante el Covid-19, el comercio internacional se ha vuelto más complejo, volátil y logísticamente desafiante. En las últimas semanas, las restricciones y brotes de coronavirus han afectado las instalaciones de procesamiento, con empresas cárnicas funcionando por debajo de su capacidad productiva máxima. Todos estos factores han complicado e interrumpido el suministro de carnes rojas y, combinados con una perspectiva incierta de la demanda, han llevado a la caída de los precios del ganado en todo el mundo, según refleja un informe de Meat & Livestock Australia recogido por Eurocarne.

En el caso de Australia, los precios han sido impulsados por las recientes precipitaciones, el escaso suministro de ganado y un tipo de cambio más bajo. Con los exportadores australianos compitiendo con estos proveedores en muchos mercados, es probable que esto se traduzca en una presión sobre los precios internos en el futuro.

En el caso de Nueva Zelanda, su gobierno implementó medidas de bloqueo hace cuatro semanas, y solo a las empresas esenciales se les permitió continuar operando bajo regulaciones específicas. Muchas plantas procesadoras de carne operan en horarios reducidos, con distanciamiento social, restricciones de personal y estrictos regímenes de limpieza como algunas de las medidas forzadas que se toman para permitir que las plantas permanezcan abiertas.

En definitiva, los proveedores de todo el mundo están luchando contra las presiones del coronavirus y es probable que pase algún tiempo antes de que se reanude un entorno operativo normal. La oferta inconsistente y la demanda cambiante de los mercados internacionales significarán que el panorama competitivo global mostrará elementos de imprevisibilidad en los próximos meses.

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