El sector lácteo extensivo de Irlanda como espejo para las granjas gallegas
Ni es el principal país productor de Europa -genera menos leche que España y apenas la quinta parte que Alemania- ni es el que cuenta con una industria transformadora más potente; ni siquiera es el que más destaca por la calidad del ganado o por emplear sistemas de trabajo novedosos, más bien todo lo contrario. Sin embargo, tras la desaparición de las cuotas hace ahora tres años, Irlanda se ha convertido en una referencia europea en la producción láctea debido a su enorme capacidad de crecimiento y, fundamentalmente, a su tradicional apuesta por el pastoreo, que le ha permitido situarse como el país con los costes de producción más bajos del continente, según publica La Voz de Galicia.
Mientras que a un ganadero gallego le cuesta más de 30 céntimos cada litro de leche que entrega a la industria, para un irlandés la cifra difícilmente sube de los 23. Esta diferencia, además de aumentar enormemente la rentabilidad de las granjas, les permite soportar mejor contextos de bajos precios en origen como el actual y mejorar la posición exportadora del país.