La IA lo tiene claro: los esfuerzos de la industria alimentaria son aún insuficientes

La IA lo tiene claro: los esfuerzos de la industria alimentaria son aún insuficientes

En el marco de la campaña Si yo no produzco, tú no comes (SYNPTNC), se ha consultado a la Inteligencia Artificial (IA) para conocer su visión sobre el sector alimentario español. A través de preguntas clave como “¿Cómo nos ve la inteligencia artificial?”, “¿Qué es lo mejor y lo peor que ve la IA del sector agroalimentario y pesquero?”, “¿Cuáles son los indicadores más importantes y cuáles de estos no están bien comunicados?”, Chat GPT ofrece un resultado claro que describe lo que se está comunicando por parte el sector alimentario y nos ofrece una visión sobre lo que llega a la sociedad.

Según la IA, el sector alimentario español se caracteriza por su fortaleza en términos de calidad y autenticidad, especialmente en productos emblemáticos como el jamón ibérico, el aceite de oliva y el vino. Productos que destacan por su vinculación con la tradición, la preservación de su origen y sus métodos artesanales como los que usan las Denominaciones de Origen Protegida, sin dejar de lado la incorporación de tecnologías avanzadas que garantizan su seguridad alimentaria. Esta respuesta indica que se podría conocer la realidad de los productores de alimentos a través de Internet, pero no refleja su amplitud porque el porcentaje de productos elaborados bajo las figuras de calidad diferenciada es muy bajo con relación al total de producción general de cualquier alimento o bebida en nuestro país.

Cuando le preguntamos a la IA sobre ello, los temas que más protagonismo cobran son la fortaleza del sector, valorización de los alimentos y su producción, algo sin duda algo positivo. Sin embargo, se constata que hay que hacer un claro esfuerzo en comunicar más efectivamente aspectos como la innovación, la nutrición y salud, la sostenibilidad, el papel de los productores de alimentos ante el reto demográfico y la internacionalización, que son muy importantes hoy en día, donde ya se ha avanzado mucho y que, además, determinan el presente y el futuro del sector. Pero Chat GPT no le da aún suficiente importancia.

 

La IA lo tiene claro: los esfuerzos de la industria alimentaria son aún insuficientes

Según las preguntas realizadas a las herramientas de la Inteligencia Artificial, aunque el 35% de las empresas comunica eficazmente la calidad y seguridad alimentaria, solo el 25% destaca sus esfuerzos en sostenibilidad y el 20% lo hacen en trazabilidad y origen del producto.

Estos indicadores son claves para los consumidores, quienes buscan más información sobre el impacto ambiental de los productos, la procedencia de las materias primas y las condiciones laborales de las empresas. La responsabilidad social corporativa y la paridad laboral, que solo el 10% de las empresas comunican de manera efectiva, también son factores cada vez más valorados por los consumidores. Indicativo de la necesidad de que las marcas sean más visibles en cuanto a sus esfuerzos por promover la igualdad y apoyar a las comunidades de proveedores locales o de proximidad.

A pesar de estos avances en la comunicación por parte de los operadores del sector de la alimentación, hay áreas importantes que la IA no ha destacado y que las empresas alimentarias deberían comunicar con mayor énfasis. Indicadores como el reto demográfico, el relevo generacional, la nutrición y salud, la internacionalización o la innovación son fundamentales para el futuro del sector.

El envejecimiento de la población y la escasez de mano de obra cualificada son desafíos que afectan a la competitividad y sostenibilidad a largo plazo. Además, las empresas deben hacer un esfuerzo por comunicar cómo sus productos contribuyen a una alimentación saludable, en respuesta a la creciente demanda de opciones más nutritivas.

En conclusión, el sistema alimentario español tiene una base sólida en términos de calidad, autenticidad y tradición, pero para llegar a ser relevante para la sociedad debe mejorar su comunicación en áreas clave como la sostenibilidad, la responsabilidad social, la trazabilidad, nutrición y salud, innovación e internacionalización, entre otros.

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