Recomendaciones para la iniciación al pastoreo rotacional en ganado vacuno de leche
El pastoreo fue hasta hace pocos años el sistema mayoritario de alimentación del ganado vacuno. Sin embargo, la intensificación de las explotaciones lácteas en las últimas décadas, junto a la expansión de la alimentación unifeed con base, sobre todo, en el silo de maíz forrajero, llevaron casi a la desaparición del pastoreo, hasta el punto de que, según datos del sector, menos del 15% de la leche en Galicia se produce en base a pastoreo, según publica Campo Galego.
Sin embargo, el nuevo escenario de fuerte variación en los precios de la leche en el que las explotaciones con menores costes de producción son las más resistentes, junto al crecimiento de la demanda de leche ecológica, están provocando que resurja el interés por el pastoreo, la forma de alimentación del ganado más barata que existe.
No obstante, se siguen cometiendo importantes errores a la hora de gestionar el pasto. En este sentido, Xan Pouliquen -de Xestión Agrogandeira e Natureza– , uno de los expertos en Galicia en pastoreo, organizó en Santiago una ‘Jornada de iniciación al pastoreo rotacional: ganadería regenerativa’, en la que participaron unos 30 ganaderos y profesionales del sector.
La vaca tiene por biología un tiempo máximo de pastoreo de no más de ocho horas diarias. Los momentos en los que la vaca está más activa para pastar son en el comienzo del día y en el final de la tarde.
Cuantas más hojas tenga el pasto más va a comer la vaca. Un error común es meter al ganado cuando la hierba ya está demasiado alta y/o espigada: las vacas comen menos y de menor calidad nutricional, se pierde mucha hierba y la pradera rebrota peor.
En el lugar donde caen las bostas, la vaca rechazará pastar por el olor durante un período mínimo de 12 días. Por eso, debemos esperar como mínimo ese tiempo para volver a meter las vacas en el prado. Por el contrario, las zonas donde las vacas orinan en el prado no son rechazadas para pacer.
El ganado debe pastar también las plantas de mayor exigencia, para garantizar un pastoreo homogéneo y que proliferen los tréboles y el raigrass en la pradera en detrimento de otras especies de menos interés nutricional para el ganado. Si se dispone de un rebaño de alrededor de 100 o más animales, se puede realizar un pastoreo por lotes: primero entrarían las vacas en producción, que aprovecharían el pasto de mayor calidad, y luego se sacarían para meter las novillas y las secas, que comerían el pasto de menor calidad.