#sábadocanalla: Ante el calor, más leche
Nunca hemos entendido bien una dinámica de mercado que ha tenido el consumo de leche en España durante toda la vida. Ese dato que nos desconcierta es que el consumo de leche se reduce paulatinamente en nuestro país según van aumentando las temperaturas. El otoño y el invierno son las épocas más propicias para el consumo, y por extensión todo el calendario escolar, seguramente porque se relacionan con una leche caliente, que se convierte en desayuno de niños y en modo primigenio de entrar en calor para los adultos.
La leche es uno de los productos más frescos que conocemos, así que cuando aprieta el calor, es una de las formas más naturales que tenemos de refrescarnos. Hay quien prefiere beber directamente del frigorífico… por no hablar de otros productos como los yogures, los batidos o los helados que tienen a la leche como su producto principal.
Por esa razón, nos ha encantado la iniciativa puesta en marcha por Inlac para animar al consumo de productos lácteos en las épocas de mayor calor del año. “La leche está entre una de las mejores fuentes de hidratación, compuesta en un 90% por agua, y tiene proteínas y grasas de digestión lenta, además de facilitar la absorción de agua y electrolitos de forma constante en el tiempo. En épocas de altas temperaturas o con la práctica de deporte, la leche se convierte en una interesante opción para mantenernos hidratados durante más tiempo y para recuperar los líquidos y los nutrientes perdidos. Con la época estival no solo olvidamos mantenernos perfectamente hidratados, sino que, en muchas ocasiones descuidamos nuestra alimentación. Es importante llevar una dieta sana y equilibra para el correcto funcionamiento de nuestro organismo y, dentro de este marco, se recomienda el consumo de tres lácteos al día para cumplir con este objetivo”, recordaba la interprofesional. Intachable.