Aunque parezca mentira después de la semana de lluvias, nieve, heladas y bajas temperaturas que hemos pasado en buena parte de la península Ibérica, lo cierto es que ya estamos en el mes de marzo. Un mes simbólico en el que se puede decir que la primavera ya está llamando de forma insistente a las puertas de nuestras vidas. Es cierto que la estación no entra de forma oficial hasta el 20 de marzo, pero antes de que nos demos cuenta los días se van alargando de forma irremisible, el sol se irá abriendo paso y todos empezaremos a pensar en modo primavera.

Así, llegará la época oficial de los habitantes de las grandes ciudades de “ir a pasar un fin de semana al campo”, inundando las casas y hoteles rurales. Lo hemos dicho alguna vez ya en este rincón sabatino en el que somos políticamente incorrectos. Los niños crecen en las ciudades en la actualidad con el único contacto de la naturaleza de esos ‘findes’ contados. Más de uno creerá que la leche se fabrica en los lineales de los supermercados o que las hamburguesas vienen directamente de cualquier restaurante de comida rápida.

El agroturismo sigue de moda. Y a nosotros nos encanta. Porque nos parece la forma más directa que tiene el sector agrícola y ganadero español de hacer marketing, de informar sobre la bondad de sus productos a unos consumidores que, aunque sea durante 48 horas, van a estar emocionados e involucrados para ser proactivos en el consumo durante ese tiempo… y también durante la semana posterior. Por eso, son interesantes las iniciativas en las que las explotaciones, sobre todo aquellas que transforman parte de su producción, sellan alianzas con distintos establecimientos de turismo rural. Es un camino que puede dar grandes oportunidades y que desde el sector no debemos despreciar.