Si algo nos ha demostrado la pandemia, es que no vale lo que dábamos por supuesto. El mundo es mucho más cambiante de lo que podíamos imaginar, así que hay que estar innovando continuamente. Uno de esos campos en los que es preciso la innovación es la alimentación animal.

En ese sentido, hace poco días conocimos que la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para animales (Cesfac) y la Fundación IDH firmaron un convenio para la elaboración de un mapa de la utilización de la soja en España por parte de la cadena de comercio, almacenamiento, molturación y refinación, transformación industrial y alimentación del ganado. “El objetivo es visualizar, dentro de la cadena de suministro de la soja, qué tanto por ciento es sostenible desde su origen y cómo se utiliza la soja en nuestro país”, destacó Jorge de Saja, director general de Cesfac.

El objetivo final es tener los datos suficientes como para plantear un compromiso de reducción de utilización de soja de origen no sostenible. “Apostamos por la sostenibilidad de esta materia prima estratégica y por lucha proactiva contra la deforestación vinculada a materias primas”, incidió el director general de Cesfac.

Desde este humilde rincón sabatino, sólo podemos aplaudir las iniciativas que se llevan a cabo para la innovación, sobre todo cuando se centran en la sostenibilidad del sector ganadero.