#sábadocanalla: Hartos de buscar el futuro
No malinterpreten nuestro titular de esta sección sabatina de VACUNO DE ÉLITE, en la que pretendemos ser más canallas que nadie y remover las dormidas conciencias en el fin de semana. No renunciamos de ninguna forma a que el sector tenga futuro, a que los ganaderos sepan que van a estar muchos años en la actividad, porque es una profesión digna, muy necesaria para la sociedad aunque el urbanita a veces no se dé cuenta y porque el medio rural se lo merece.
De lo que estamos hartos, después de dar esta explicación y de paso enganchar al lector despistado que no nos conoce, es de tanta formulación teórica sobre las claves que buscan el futuro del sector ganadero. Esta premisa es igual de importante tanto en leche como en carne, pero en el caso del sector lácteo se observa con una mayor constatación. Que si las explotaciones familiares, que si las que tengan una mayor dimensión para diluir los costes fijos, que si la ‘base tierra’, que si las alianzas entre ganaderías y/o cooperativas, que si ingresos alternativos… Se trata de una ceremonia de confusión a la que políticos, técnicos, los propios ganaderos y medios de comunicación contribuimos, cada uno con nuestra dosis, con medias verdades y tres cuartos de mentiras.
Sólo existe una verdad. La explotación del futuro es aquella que obtenga un mayor ratio de ingresos por cada euro de gastos. ‘Se han quedado calvos de pensar estos canallas…’, pensará más de uno. Explicándonos mejor, es necesario que cada explotación busque su camino, porque las circunstancias de cada ganadería no son equiparables a ninguna otra, ni siquiera al vecino. Eso sí, hay algo imprescindible. El ganadero debe buscar el mercado, llegar lo más cerca posible del consumidor que escoge uno u otro producto en el lineal del supermercado. Captar valor añadido y llegar a la transformación y comercialización de sus productos, a través de uniones, alianzas, cooperativas o empresas agroalimentarias. Lo que sea. Eliminando intermediarios. ¿Queda claro ahora?