UPA cifra en 630 millones de euros las pérdidas en vacuno por la sequía de 2017

La falta de precipitaciones que se vive en nuestro país y la irregularidad de las mismas como consecuencia del cambio climático están teniendo gravísimos efectos sobre la agricultura y la ganadería y por ende, sobre los agricultores y los ganaderos, según denuncia la organización agraria UPA.

Uno de los efectos es la falta de agua de bebida para el ganado extensivo, falta de pastos y encarecimiento de los forrajes en ganadería Muchas fuentes de agua natural, ríos, arroyos y arroyuelos se han secado en amplias zonas de nuestra geografía y por ello, la ganadería extensiva no encuentra dónde beber en determinadas ocasiones, otras veces deben recorrer grandes distancias para conseguirlo y, en la mayoría de los casos, los ganaderos están contratando cisternas para que lleven agua al ganado, con un alto coste, que UPA sitúa, para una explotación media de 50 vacas, en más de 1.000 euros al mes sólo en el coste de las cisternas para dar de beber al ganado.

Además, la falta de agua ha impedido el desarrollo de pastos para la alimentación del ganado, obligando a aportes suplementarios de piensos, heno y forrajes con el consiguiente incremento de los costes de producción a los ganaderos.

Por último, fruto de la sequía existe escasez de forrajes y mayor demanda de los mismos, ante lo cual se prevén aumentos en sus cotizaciones.

Por lo que respecta a las pérdidas totales, UPA asegura que han sido de 447 millones de euros en vacas nodrizas y 183 millones de euros en vacuno lechero.

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