No nos cansamos de repetir en este desahogo sabatino que las producciones de nuestros ganaderos de vacuno destacan por tener una calidad suprema. Leches con sabor auténtico, quesos de vaca cremosos, carnes de sabor profundo… Todo eso es verdad, pero hay algo en lo que no insistimos lo suficiente, que es la plena seguridad que tienen los alimentos que producimos, quizás porque es algo ya consabido entre productores, veterinarios y transformadores, es decir, en nuestro mundillo del vacuno…

Pero basta con escuchar un poco lo que se habla a nuestro alrededor, sobre todo en las zonas urbanas, para comprobar que el tema de la seguridad alimentaria no está tan claro. Existe aún mucho desconocimiento y consumidores que piensan que a las vacas se les engorda en la actualidad con clembuterol, que los animales están tratados con antibióticos de forma continua y que “a saber que tendrá la leche…” La realidad de lo que piensan nuestros consumidores es así de triste.

Por eso insistimos en el tema de la información. Nosotros ya nos sabemos de memoria todo lo referente a los antibióticos y sus resistencias, los periodos de supresión, los rigurosos controles que se hacen a los alimentos por parte de las administraciones… Podemos decirle al consumidor que adquiera esos productos, los consuma con los suyos y los disfrute con total confianza y seguridad. Podemos decirlo… pero muchas veces la cuestión es que en realidad no lo decimos.

Comuniquemos y comuniquemos bien. Un consumidor confiado es lo mejor que puede tener un sector agroalimentario. Necesitamos que conozcan nuestra calidad y nuestra seguridad.