El pastoreo de ganado permite conservar los ecosistemas de la zona de montaña
Los trabajos encaminados a optimizar la gestión de la ganadería en los pastos forestales del Parque de la Sierra de Gura se iniciaron el año 2000, mediante la colaboración entre la Asociación de Ganaderos de la Sierra de Guara y los investigadores y técnicos del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria, la Universidad de Zaragoza y el Centro de Transferencia Agroalimentaria.
Estos trabajos han permitido establecer sistemas de producción eficientes, rentables, capaces de proveer productos de calidad y respetuosos con el ambiente, y a la vez ofrecer a los gestores del parque herramientas para optimizar la conservación de este espacio humanizado y protegido. Para ello se han utilizado diversas metodologías para caracterizar los sistemas ganaderos practicados en el Parque, las interacciones entre la vegetación y el ganado, y el potencial de aprovechamiento pastoral del Parque, utilizando distintas escalas y un enfoque pluridisciplinar.
Con el objetivo general de profundizar en el conocimiento de los ecosistemas pastorales, se han caracterizado los diversos sistemas de producción de vacuno y ovino que aprovechan pastos en la Sierra de Guara. Se han descrito explotaciones con muy distintos grados de intensificación productiva/reproductiva y autosuficiencia forrajera, que resultan en distintas cargas de trabajo y de uso de los recursos pastables. Destaca también que la continuidad de algunas explotaciones está comprometida a medio plazo por la falta de relevo y de rentabilidad.
También se observa un proceso paulatino de intensificación en el manejo del ganado, con reducción o abandono de los pastos menos productivos o de más difícil acceso. Por ello, en diversos puntos de la Sierra se ha estudiado la dinámica de la vegetación en función de su grado de uso por el ganado. En ellos se aprecia cómo la presencia del ganado mantiene la calidad del pasto y limita los procesos de invasión por la vegetación arbustiva. Sin embargo, las bajas cargas actuales no detienen estos procesos, por lo que se hace necesario incrementar la presión ganadera para evitar el embastecimiento de los pastos.
Para cuantificar los beneficios que el uso ganadero genera en el medio, los llamados servicios ecosistémicos, se han utilizado distintas metodologías de valoración sociocultural y económica. Los estudios han revelado una percepción distinta por parte de la población rural y la sociedad urbana, con diferencias en el conocimiento del medio físico y en los valores culturales. En ambos casos se reconoce el papel beneficioso de la ganadería sobre diversos aspectos (paisaje, prevención de incendios, biodiversidad, producción de calidad). Destaca también la aceptación de que los ganaderos reciban un soporte económico por realizar prácticas de manejo que contribuyan a generar estos beneficios, lo que constituye la base de los ecoesquemas que propone la nueva Política Agraria Comunitaria.