El sector ganadero y cárnico es el motor económico de la España rural

El sector ganadero-cárnico reitera su compromiso con la alimentación de la población, ofreciéndole productos de calidad, seguros y cumpliendo los estrictos requerimientos de bienestar animal y medioambientales que marca el Modelo Europeo de Producción, redoblando sus esfuerzos para contribuir con el conjunto de la sociedad a superar la crisis causada por el coronavirus.

Este compromiso ha quedado patente con el desarrollo de su actividad esencial durante el periodo de confinamiento para mantener abastecida a la población y a los mercados exteriores de forma adecuada, poniendo a su disposición durante estas semanas un millón de toneladas de carnes y productos cárnicos. Asimismo, los altos estándares de calidad marcados por el Modelo Europeo de Producción aseguran la salud de los animales y la calidad de los productos, monitorizando toda la cadena de producción para evitar que cualquier tipo de contaminación pueda llegar al consumidor.

Igualmente, los operadores del sector han puesto en marcha cientos de iniciativas solidarias para contribuir a paliar los graves problemas causados por la pandemia, mediante donaciones de equipamiento de protección para el personal sanitario, donaciones económicas y de productos cárnicos para bancos de alimentos, comedores sociales, hospitales y el personal que ha seguido trabajando para mantener los servicios esenciales desde que se decretó el estado de alarma.

Un total de dos millones de personas viven de la cadena ganadero-cárnica en España, incluyendo y los profesionales e industrias auxiliares y proveedores. La ganadería emplea de forma directa a más de medio millón de personas, las industrias cárnicas a 97.000 trabajadores y el comercio minorista a otros 75.000.

El sector ganadero de carne en la actualidad está compuesto por más de 350.000 granjas en España, que aportan 15.476 millones de euros a la Producción Final Agraria. Por su parte, el sector industrial cárnico está compuesto por un tejido de unas 2.800 empresas que, con una facturación de 26.882 millones de euros, representan el primer sector de la industria alimentaria, y el sector de carnicería-charcutería reúne a más de 25.000 empresas de suman ventas superiores a los 4.500 millones de euros.

Así, este sector, que no ha detenido su actividad en ningún momento a lo largo de esta crisis, está logrando mantener los empleos y puede constituir un importante apoyo para la recuperación social y económica que afronta nuestro país. Además, tanto las granjas como buena parte de las empresas cárnicas están ubicadas en el medio rural, donde evitan el despoblamiento y contribuyen a generar riqueza, cohesión territorial y empleo.

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