España ha importado este año de diferentes países de la UE un total de 249.893 toneladas de leche y derivados lácteos, un 7 % más que durante el mismo período del ejercicio anterior (de enero a agosto, que es el último dato disponible), y un 11 % por encima de lo registrado en el 2013. De esta cantidad, prácticamente el 70 % llegó convertido en queso -171.000 toneladas- y otro 20 %, 390 toneladas, en leche en polvo, tanto en su variedad entera como desnatada. Las importaciones se completaron hasta agosto con 21.500 toneladas de sueros lácteos y otras 12.000 más de mantequilla, tal y como apuntan los datos de Observatorio del Mercado Lácteo Europeo que recoge La Voz de Galicia.

La conversión de estos derivados a litros de leche líquida (ocho por cada kilo de queso o leche en polvo entera y doce para el producto sin crema) apuntan a que el volumen total de materia prima que entró en España supera los 1,8 millones de litros. Esta cantidad es similar a la producción total de las 9.300 granjas gallegas durante esos ocho primeros meses del año.

Si bien es cierto que el mercado lácteo español es deficitario dado que los 6,7 millones de toneladas que se producen anualmente no logran cubrir el consumo interno cifrado en alrededor de 9 millones, lo cierto que este importante incremento de las importaciones coincide en el tiempo con el momento en el que la materia prima en origen registra los peores precios de los últimos seis años, sobre todo en Galicia.