Viejos recursos genéticos y nuevas herramientas genómicas para una agricultura resiliente

Investigadores del INIA y de la Universidad de Alcalá de Henares analizan la diversidad genética de variedades de veza común y establecen una colección nuclear representativa de la diversidad de esta leguminosa

18 de marzo de 2021 La veza común (Vicia sativa L.) es una importante fuente de proteína vegetal. Además, esta leguminosa es muy valiosa por su alta capacidad de fijación de nitrógeno, lo que favorece la sostenibilidad de los ecosistemas agrarios al disminuir el uso de fertilizantes nitrogenados, reduciendo así las emisiones de CO2 y otros contaminantes. Los bancos de germoplasma son la principal fuente de diversidad genética de acceso fácil para cualquier usuario. Sin embargo, el uso de estas colecciones en programas de mejora se ve restringido frecuentemente por la dificultad a la hora de caracterizar su gran número de variedades (accesiones). En España, la colección española de veza común conservada en el Centro Nacional de Recursos Fitogenéticos del INIA es una de las mayores de esta especie a nivel mundial, e incluye cientos de variedades locales y parientes silvestres de origen español e internacional.

En un trabajo llevado a cabo por investigadores de dos centros del INIA, el Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas (CBGP-INIA-UPM) y el Centro Nacional de Recursos Fitogenéticos (INIA-CRF), junto con la Universidad de Alcalá de Henares (UAH), han diseñado nuevas herramientas de genotipado basadas en PCR multiplex con marcadores SSR o microsatélites y han analizado la diversidad genética de las más de 500 variedades de la colección de germoplasma de veza común, especie cuyo genoma no está secuenciado. La caracterización genética, complementada con análisis agromorfológicos, incluidos caracteres de tolerancia a la sequía, ha permitido establecer una colección nuclear de 47 variedades de V. sativa. Esta colección nuclear mantiene un alto grado de diversidad genética con respecto a la colección total, por lo que constituye un valioso material que puede jugar un papel fundamental en la conservación y explotación de los recursos genéticos de esta especie, tanto para uso directo en sistemas de agricultura resiliente como para futuros programas de mejora, principalmente en aquellos enfocados a responder a las consecuencias y demandas producidas por el cambio climático. Los resultados de este trabajo colaborativo han sido publicados en la revista Frontiers in Plant Science.