#sábadocanalla: Por las cocinas de la televisión
Hace un par de semanas nos llevamos una buena alegría los que firmamos este pequeño rincón canalla de los sábados. Cambiamos nuestro gesto adusto, siempre intentando percibir aquellas cosas que pasan en la sociedad que no nos gustan, por un pequeño gesto de satisfacción. En MasterChef, el programa televisivo que ha alcanzado más fama en España en lo que se refiere a los concursos gastronómicos, una de las pruebas de que debían superar los aspirantes era cocinar partes del vacuno, a cada uno lo que le correspondiera en suerte. Así, al ‘prime time’ televisivo se asomaron productos como el solomillo, la lengua, el hígado o el rabo. Eso nos gusta.
También es cierto que la felicidad nunca es completa. O mejor dicho, nosotros quizás somos demasiado exigentes y queremos que todo sea perfecto. Entendemos que forma parte de un concurso, pero no nos gusta esa idea que se transmite de la dificultad a priori de poder cocinar las partes del vacuno que son las menos nobles. Es decir, que el hígado puede resultar igual de sabroso y resultón que el solomillo. Para ello únicamente hacen falta manos con habilidad para ello.
De todos modos, sin ponernos demasiado quisquillosos, lo cierto es que estos escaparates son los que pueden resultar importantes para un sector como el vacuno de carne. Puede parecer una anécdota, pero ofrecer una imagen dinámica y positiva de nuestros productos en un programa de máxima audiencia es un paso más en la buena dirección: ofrecer una imagen positiva. Estaremos ávidos a nuevas entregas del programa. Ahora falta que la leche también tenga su merecido protagonismo…