Llega el comienzo del año, con este primer sábado especial en el que niños y mayores disfrutan los merecidos regalos que han recibido de los Reyes Magos, pero los canallas de VACUNO DE ÉLITE ya estamos en modo alerta. Arranca un nuevo ejercicio y, con él, las buenas intenciones que todos tenemos para conseguir en 2018 lo que nos propusimos pero no conseguimos en 2017, o quizás en 2016, o puede que en 2015… Una de esas intenciones clásicas es la de perder peso. Ser más estrictos con la dieta, tener una alimentación más equilibrada… En definitiva, ‘perder esos kilitos de más’.

Desde hace ya varias décadas, se ha hablado mucho de la leche de vaca y de su grasa. Hemos asistido al ‘boom’ de los productos desnatados o semidesnatados, cuando desde aquí te aseguramos que pocas cosas hay tan refrescantes y nutritivas como un buen vaso de leche entera. Por esa razón, tenemos que ser fuertes y evitar que nos quiten la leche de nuestra dieta. No lo decimos nosotros, nos avalan los expertos.

“Una persona necesita unas calorías diarias. Si se superan se almacenan como grasa. Da igual que se haga a través de la leche o de cualquier otro alimento. Una dieta normal, con las cantidades adecuadas de calorías, ni engorda ni adelgaza. El que una persona engorde dependerá de lo que una persona coma y se mueva. No se puede echar la culpa a la leche que en general tiene poco valor calórico”. Son palabras de Jesús Román, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, a la página web del prestigioso medio BBC Mundo.

También la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destaca que la leche y los productos lácteos son ricos en nutrientes y proporcionan proteínas de alta calidad y micronutrientes en una forma de fácil absorción.